El exconsejero delegado del Banco de Valencia (BdV) Domingo Parra ha defendido este martes ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz la legalidad de tres macrooperaciones urbanísticas financiadas por la entidad y que le supusieron un perjuicio patrimonial de 160,5 millones de euros, según denunció el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Parra ha declarado como imputado en el marco de la pieza separada en la que Pedraz investiga las operaciones llevadas a cabo por el banco a través de las sociedades participadas Nou Litoral, Valenciana de Viviendas y Faverch.
En concreto, el FROB calcula que Nou Litoral le ha provocado un quebranto de 83,2 millones, Valenciana de Viviendas de 47,4 y Faverch 29,8. El fondo de rescate indicaba en su querella que se trató de “operaciones de financiación verdaderamente ruinosas para la entidad, con la intención de obtener un lucro para los diversos 'socios' del banco y generando un perjuicio evidente para BdV”.
Según han informado fuentes jurídicas, el exconsejero delegado ha precisado que la financiación de estos proyectos urbanísticos contó con el aval del Consejo de Administración. Ha agregado que pasaron todos los filtros oportunos.
En el caso de Nou Litoral, sociedad de gestión de suelo constituida por el banco en 2003 junto a cuatro promotores inmobiliarios -Salvador Vila, José Soler, Javier Soler y Juan Bautista Soler, también imputados en la pieza- BdV adquirió una deuda de 109,6 millones de euros que el FROB se ha visto obligado a refinanciar para la compra de terrenos en Chiva (Valencia).
Con Valenciana de Viviendas, el banco financió la adquisición de suelo en Vergel y Patraix (Valencia) a través de la sociedad participada, en beneficio del empresario Vila y Urbanas de Levante. En cuanto a la sociedad Faverch Desarrollos S.L el BdV aportó una elevada financiación para la compra de terrenos también en Chiva con la intervención del empresario Fernando Polanco y su mujer.