Las campañas sobre juventud y sexualidad son un tema incendiario en les Corts Valencianes. Tras la pregunta oral sobre sexo anal que realizó Vox al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la que acusaban al Ejecutivo autonómico de “promocionar el sexo anal”, los tres grupos de la derecha parlamentaria han realizado la misma acusación en un debate de cerca de una hora sobre el 'chemsex', una práctica sexual que implica el consumo de drogas y sobre la que alerta el Ministerio de Sanidad. PP, Ciudadanos y Vox han presentado sendas preguntas parlamentarias a la Conselleria de Igualdad, responsable en materia de juventud, y a la Conselleria de Sanidad, a raíz de una charla del Instituto Valenciano de la Juventud sobre esta práctica, considerando que el Ejecutivo autonómico promueve prácticas nocivas para la salud.
El IVAJ, organismo dependiente del departamento que dirige Mónica Oltra, organizó una jornada virtual sobre los riesgos del 'chemsex' con recomendaciones para reducir riesgos asociados a esta práctica con una asociación por los derechos sexuales y un psicólogo del servicio Orienta LGTBI. “La práctica de 'chemsex' siempre tiene ciertos riesgos asociados. Ahora bien, como ya sabemos, las prohibiciones no evitarán que haya gente que lo practique”, apunta el organismo de juventud, que plantea que, si se va a efectuar esta práctica, se haga en un entorno seguro, de forma consensuada, estableciendo límites y conociendo los orígenes y efectos de las drogas.
El Partido Popular ha acusado al Gobierno autonómico de “animar” al consumo de drogas con esta campaña, mientras que Ciudadanos cree que se “promocionan las drogas”. “La izquierda ha pervertido el IVAJ”, ha considerado Juan Carlos Caballero, del PP, que considera que se promueve “la dependencia del Estado y de las drogas”. El diputado Fernando Llopis, de Ciudadanos, ironizaba sobre si en los centros de Salud se iba a invitar a los pacientes a “fumarse un porrete” y “comprarlo al camello de confianza”, porque pidió que la respuesta parlamentaria la efectuara el conseller de Sanidad, que ha delegado en Oltra esta intervención. Ambos grupos han alertado en sus intervenciones de los riesgos asociados al consumo de drogas, apuntando que se relacionan con abusos sexuales y problemas de salud mental.
En el último turno, el grupo parlamentario Vox considera que en el Consell están “obsesionados” con el sexo, por difundir talleres sexoafectivos, 'bolloparties' y charlas sobre sexualidad. “Deben disuadir de su consumo” y “meter en la cárcel a los que trafican”, ha denunciado Ángeles Criado, que cree que los partidos de izquierda “quieren una juventud enferma, dependiente y sumisa”, que han convertido el IVAJ en un instrumento para “destrozar jóvenes” y de “perversión y degradación”, una forma de eliminar los valores de la juventud en la que “drogarse, el sexo con cualquiera, el aborto, la eutanasia, todo vale”. La parlamentaria ha vinculado esta práctica a enfermedades como el VIH, hepatitis, problemas cardiacos y las agresiones sexuales y ha leído un fragmento de una columna que Javier Giner, director, guionista y escritor, publicó en elDiario.es, sobre el 'chemsex' y los riesgos asociados, en la que el autor pide una reflexión profunda, sosegada y que no estigmetice.
Giner, adicto recuperado que cuenta su historia en Yo, Adicto (Paidós), expone en la tribuna que en algunos casos la práctica de 'chemsex' deriva en una “espiral destructiva” donde no hay disfrute, sino que se relacionan con la “autodestrucción” y la adición. En esta línea, el escritor apunta a los problemas estructurales que se esconden tras las adicciones, y enuncia: “Esa es una señal inequívoca de que, al contrario de lo que algunos dicen, ciertas prácticas y adicciones están íntimamente relacionadas al dolor y al sufrimiento, no al placer ni a la libertad. A querer escapar desesperadamente de una falta de afectos, de una falta de futuro, de estabilidad… y esconden problemas mucho más profundos que el uso de las sustancias o el sexo. Problemas sistémicos como la precariedad material y emocional que tienen poco que ver con el individuo y mucho con la sociedad que construimos entre todos”. Y en el mismo artículo, así como en sucesivos mensajes que ha lanzado sobre el mismo tema, reclama que no se aborde desde el estigma: “Sé perfectamente que demonizar el uso de sustancias o el señalamiento no sirve de nada. Pero cuando a tu alrededor compruebas las dimensiones del problema urge levantar la voz y al menos decir: ojo, existe un problema y nos afecta a todos”.
En respuesta a las acusaciones de la derecha, la vicepresidenta del Consell ha defendido que se trata de una campaña de prevención que se realiza con expertos, y ha apuntado que “es una campaña útil” y no promociona el consumo de drogas, sino que trata de reducir los riesgos asociados al 'chemsex' con información. La política “está para gestionar la realidad”, ha incidido Oltra, que en sus políticas rechaza la perspectiva prohibicionista y punitivista, y ha recordado que estas campañas se realizan en otras administraciones públicas y comunidades autónomas y subraya que buscan “evitar un mal mayor”. En definitiva, que enunciar un tema no es promocionarlo.
El delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Joan Ramón Villalbí, alertó en un seminario reciente sobre 'chemsex' sobre el poder destructivo de la metanfetamina, que está relacionada con los brotes psicóticos y las paranoias. Pese a que se emplea de forma minoritaria, matizó Villalbí en una jornada recogida por El País, esta droga sintética tiene potencial para convertirse en un problema grave. Junto a él, los expertos en Salud Pública reclamaron abordar el problema de forma integral, poniendo el foco en la prevención -también de las enfermedades de transmisión sexual-, pero sin estigmatizar al colectivo LGTBI.