El malestar era palpable entre las filas populares. La noticia avanzada por este medio de que el alcalde de Orihuela, Emilio Bascuñana, había estado cobrando durante seis años en su puesto como médico de la Dirección Territorial de Alicante sin que conste que acudiera al trabajo ha acabado con el regidor.
Fuentes de la dirección regional del Partido Popular han confirmado a eldiario.es el secreto a voces. El partido que le otorgó plenos poderes y su confianza de cara a los comicios locales de 2015 para que regenerase una opción política cuestionada en Orihuela, se la retira ahora. Bascuñana no figurará en las papeletas de 2019 como candidato municipal, otra cuestión es si la formación conservadora le ofrece otras posibilidades o no, algo que está por ver.
Los últimos movimientos del político alicantino han propiciado la decisión. Bascuñana pretendía este sábado aprovechar la efémeride de los tres años de gobierno local para hacerse valer ante los suyos para anunciar, de manera explícita o implícita, que quiere seguir siendo el número uno de la lista.
Pero lo cierto es que el que fuera presidente provincial de Cruz Roja ha venido perdiendo apoyos internos desde que se hiciera con las riendas de la alcaldía. Hace casi un año se quedó sin el control del partido al salir derrotado su hombre de confianza, Víctor Valverde, del proceso para elegir al presidente del PP oriolono.
Ganó la batalla uno de sus grandes rivales, Dámaso Aparicio, concejal con el que ha protagonizado varios enfrentamientos, uno de los cuales acabó en el Comité de Derechos y Garantías del PP por, presuntamente, espiar el alcalde los mensajes de whatsapp de Aparicio.
Con todo, el escándalo por haber cobrado sin trabajar ha terminado siendo la puntilla final. Y eso que aún no se ha cerrado la investigación iniciada por la Conselleria de Sanidad para dilucidar las responsabilidades de todas las partes implicadas.