El Gobierno central y la Conselleria de Sanidad trabajan conjuntamente para crear unidades específicas de atención a la salud mental en las localidades afectadas por la DANA. El impacto psicológico de las inundaciones y sus consecuencias en la población, que se calcula que duplicará la prevalencia de ansiedad y depresión, llevan al Ejecutivo central a desplegar nueve equipos de psicológos y trabajadores sociales en la Comunitat Valenciana. Serán 42 profesionales quienes, a partir de enero, se desplacen a los municipios valencianos para realizar intervenciones comunitarias con la población general y con el personal que ha atendido a las emergencias, con el objetivo de canalizar las vivencias traumáticas de los ciudadanos a consecuencia de la DANA del 29 de octubre y evitar su patologización.
Estas unidades, nueve en total, prestarán una atención psicosocial a los afectados que abarcará todas las etapas, desde los primeros auxilios en los momentos de shock -que ya se están atendiendo por la red de salud mental autonómica, protección civil y entidades sociales- al tratamiento de traumas que puedan aflorar en los próximos meses. Las pérdidas humanas, materiales o las experiencias, así como el duelo colectivo por los daños en la población requieren un soporte social específico, que se abordará con estos equipos, según han enfatizado la ministra de Sanidad, Mónica García, y la comisionada comisionada de Salud Mental, Belén González, y la especialista de salud mental de la OMS Europa, Ana María Tijerino. Las tres han comparecido este miércoles en Valencia tras una reunión con el conseller de Sanidad, Marciano Gómez, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, donde han puesto en valor la acción coordinada de las Administraciones.
La ministra ha recalcado que esta catástrofe “supera las capacidades y recursos” de la propia comunidad autónoma y por ello el ministerio quiere “coordinar y desplegar una red” para que “no se escape nadie, ni en colegios ni en los municipios”. “Hay que realizar intervenciones preventivas para que este daño psicólogico se pueda contener y que en unos meses no derive en trastornos más cronificados o agudizados”, ha señalado, poniendo el foco en la formación del personal y la atención en las escuelas, donde se encuentra una población especialmente vulnerable emocionalmente.
Las Unidades de Salud Mental de Emergencias (USME) se implantarán en el territorio afectado, que también comprende Castilla-La Mancha, entre enero y febrero, según ha apuntado la ministra. Se están coordinando los equipos con la sanidad autonómica y mapeando las necesidades y los recursos profesionales, aunque ya hay intervenciones sobre el terreno para los llamados primeros auxilios. Según ha explicado García, estos profesionales realizarán un seguimiento de los casos atendidos durante entre 12 y 15 meses, como parte del plan de salud mental para la DANA.
El proyecto cuenta con el asesoramiento del departamento de la Organización Mundial de la Salud que atiende a las catástrofes naturales. Se estima que un episodio de esta magnitud pueda alterar a las personas con patologías ya detectadas y generar episodios de ansiedad o depresión en la población. Con todo, la comisionada ha recalcado que no todo duelo acaba siendo patológico y para ello es fundamental una estructura social y cultural fuerte, el apoyo constante y comunitario. Asímismo, incorporarán profesionales para el cuidado de los propios equipos que trabajan en las emergencias, que incluye a los alcades y otros gestores: “Tenemos que cuidar a quienes nos cuidan”, ha recalcado García.
Según traslada la conselleria de Sanidad, desde los primeros días se han desplegado 120 profesionales a los municipios afectados y se han puesto en marcha cuatro Unidades de Atención al Trauma Psicológico, destinadas a proporcionar atención integral a las personas afectadas por la DANA. Estas unidades ya están en funcionamiento en los departamentos de salud de La Fe, Hospital General de València, Doctor Peset y La Ribera, y próximamente se sumarán las de Requena y Manises.
El conseller Marciano Gómez también ha destacado que la Generalitat ha destinado 20 psicólogos de reciente incorporación a los centros educativos más afectados. Estos profesionales, adscritos a los equipos de Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, trabajarán en coordinación con los equipos socioeducativos de la Conselleria de Educación para la detección precoz de posibles trastornos emocionales entre niños y adolescentes, así como en la prevención de futuras complicaciones.