Reversiones, cercanías y el sistema de medios de comunicación públicos. Los socios del Gobierno del Botánico aprietan al president de la Generalitat, Ximo Puig, recordándole la hoja de ruta del Gobierno del Botánico previa a la crisis sanitaria. En la sesión de control de este jueves, el portavoz de Compromís, Fran Ferri, y la portavoz de Unides Podem, Pilar Lima, interpelaron al representante del Ejecutivo por la agenda valenciana, en segundo plano por la pandemia.
Los socios del PSPV en el parlamento autonómico, en vísperas del segundo aniversario del segundo acuerdo del Gobierno progresista, intensifican la presión sobre el partido mayoritario. Compromís ha iniciado esta semana una campaña de denuncia de los retrasos en la red de cercanías y reclama una gestión autonómica con la transferencia de competencias y de recursos, mientras que Unides Podem insiste en significarse contra el proyecto de una empresa pública que absorba a los trabajadores de los hospitales privatizados. Los valencianistas califican el servicio ferroviario valenciano como el “peor” de España por la “falta de inversión”, y los retrasos constantes, que han provocado decenas de quejas de usuarios. De los 3.400 millones presupuestados en la red de cercanías en la última década se han ejecutado 300.000 euros, según la formación. En lo que respecta al servicio ferroviario, los morados, por su parte, critican que en momentos de crisis siempre saquen réditos los mismos, señalando las privatizaciones.
Lima ha insistido en que el Ejecutivo del Botánico ha venido para “acabar con el mercantilismo” del PP que hizo de la Sanidad “una mercancía más” y ha advertido a “las personas que están utilizando a los trabajadores para dividir al Botànic y de provocar tensiones que no lo necesitamos porque tenemos soluciones”. La portavoz de Unides Podem en las Corts Valencianes cree que el ejemplo de reversión del hospital de Alzira es “un modelo exitoso que da garantías jurídicas y laborales” con “el principal objetivo de blindar la sanidad pública valenciana” y ahora, ha subrayado, “la obligación es mantenerlo firme en Torrevieja sin desviarse del camino frente a los intentos de volver a privatizarla”.
El president pide centrar el debate en la búsqueda de un modelo “de calidad” capaz de ser “sostenible, eficaz, eficiente y que dé la mejor respuesta que se merecen los valencianos” porque, ha advertido, “los recursos no son infinitos”. Puig ha recordado que tras la reversión del hospital de Alzira en 2018, gestionado por Ribera Salud, el próximo 15 de octubre toca el turno del de Torrevieja y hay que hacer “un análisis de cómo mejorar la gestión” de estos de departamentos. Puig insiste en que, ante la amenaza de los neoliberales, que quieren destruir el Estado del Bienestar, hay que “poner unas bases consistentes para que el sistema público sea absolutamente sostenible, financiable, eficaz y capaz de dar respuesta desde la calidad”.
Coincidiendo con el tercer aniversario del inicio de emisiones de À Punt Media, los valencianistas reclaman un contrato programa que cumpla la legalidad. El acuerdo entre presidencia y el ente público lleva seis meses de retraso, dado que caducaba a principios de 2021 y que no hay visos de acuerdo. El jefe del Consell, lamentaba Ferri, ha dejado sin responder sus preguntas.