Por fin hay números sobre el coste del cierre de Ràdio Televisió Valenciana. Y no los ha hecho la Generalitat, que sigue sin revelar las cuentas que justificarían su decisión. Según un documento elaborado por los trabajadores y que ya tiene el Consell, bajar la persiana de Canal 9 costaría 130 millones de euros.
De acuerdo con este documento, el despido de los 1.650 trabajadores pasaría una factura de 88 millones de euros. La rescisión de los contratos de compra de derechos de televisión (películas, series, acontecimientos deportivos) costaría 18 millones y la ruptura de otros compromisos (servicios de seguridad, mantenimiento, jardinería….) otros 10.
Además, los efectos indirectos del cierre, aún difícilmente cuantificables, aniquilarían, entre otras, a la ya demediada industria audiovisual valenciana. Según el documento, el cierre de Canal 9 también se llevaría por delante el empleo de otros 4.600 trabajadores. Por ejemplo, la productora de L´Alqueria Blanca, seguramente la serie más popular de la historia de Canal 9, ya ha parado su rodaje tras despedir a todo el personal implicado en él.
Un plan para salvar a Canal 9
El comité de empresa también ha presentado al Consell un plan para salvar RTVV, cuyos gastos de personal aumentarían en 35 millones al año, dicen, si todos los despedidos fueran readmitidos. La propuesta pasa por reducir la jornada y los sueldos, reducir al mínimo la compra de programas, aminorar el coste de la cúpula directiva o suprimir los pluses y las horas extras.
Si cerrar Canal 9 costaría 130 millones, su mantenimiento exigiría un máximo de 111 millones de euros al año. En 2013, la Generalitat tenía previsto invertir 70 millones en RTVV.