La pasada semana, el presidente del Partido Popular en la Comunitat Valenciana, Carlos Mazón, presentaba su propuesta de reforma fiscal, una iniciativa que vendió con el argumento de que las rentas inferiores a 35.000 euros pasarían a ser las que “menos impuestos paguen” en España. Sin embargo, a quien más beneficiaría esta nueva modificación -recordemos que el pasado año año el parlamento autonómico ha dado el visto bueno por unanimidad a la rebaja de impuestos impulsado por Ximo Puig- sería a las grandes fortunas, que pagarían hasta cinco puntos menos de IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas).
El líder de los populares valencianos aseguraba que, de salir adelante su propuesta, el 80% de los contribuyentes valencianos tendrían los impuestos más bajos de todo el Estado y que esto supondría un ahorro de 1.750 millones de euros para el bolsillo de los ciudadanos (1.000 millones se corresponden a la bajada del IRPF): “Queremos situar a la Comunitat Valenciana a la vanguardia de la competitividad fiscal y dejar atrás el infierno fiscal de Ximo Puig”, sentenciaba Mazón.
La recaudación por el IRPF se divide al 50% entre el Estado, con seis tramos que van del 9,5% al 24.5%, y el 50% que gestionan las comunidades autónomas. Para esta fiscalidad autonómica, el PPCV propone siete tramos de IRPF frente a los once actualmente existentes y que irían del 8,75% para las rentas más bajas, “el tipo más bajo de España después de Madrid, 8,5%”, -el Gobierno del Botànic lo marcó en 2022 en el 9%- al 24,5% para las rentas más altas -tras la reforma de Ximo Puig, las rentas de más de 65.000 euros tienen un tipo impositivo autonómico de entre el 24,17% y el 29,5%, para ingresos anuales superiores a los 175.000 euros-: “Con el PPCV nadie pagará más del 50% de su renta por el IRPF”, sostenía Mazón. En la actualidad, quienes perciben más de 120.000 euros anuales pagan a Hacienda entre el 50 y el 54%.
Los tramos autonómicos de IRPF en la Comunitat Valenciana están marcados de la siguiente forma: ingresos de hasta 12.000 euros anuales, el 9%; hasta 22.000 euros, el 12%; hasta 32.000 euros, el 15%; hasta 42.0000 euros, el 17,5%; hasta 52.000 euros, el 20%; hasta 65.000 euros, el 24,17%; hasta 80.000 euros, el 24,5%; hasta 120.000 euros, el 25%; hasta 140.000 euros, el 25,5%; hasta 175.000 euros, el 27,5%; y superiores a 175.000 euros, el tipo impositivo máximo del 29,5%. A estos tipos hay que añadirles los estatales, que son del 9,5% hasta 12.450 euros anuales; el 12% hasta 20.199 euros; el 15% hasta 35.199 euros; el 18,5% hasta 59.999 euros; el 22,5% hasta 299.999 euros; y el 24,5% a partir de 300.000 euros de ingresos anuales.
Otras deducciones
Los populares proponen otras deducciones fiscales que son: 350 euros para personas mayores de 65 años que tengan a cargo un descendiente no contribuyente en IRPF -y que se aumenta hasta 600 euros si tiene dos o más descendientes a su cargo-; 250 euros por alta de autónomo menor de 35 años o mayor de 50 años, que no haya sido autónomo anteriormente y mantenga su negocio dos años; 150 euros por la contratación del primer empleado para un autónomo menor de 35 años o mayor de 50 años -se aumenta a 250 euros si el contratado es mayor de 45 años-; y deducciones de hasta 250 euros por el 10% de las inversiones realizadas en su negocio por un autónomo menor de 35 años o mayor de 50 años o una persona con discapacidad.
Asimismo, proponen deducciones de hasta 300 euros por el 30% de los gastos generados por miembros de la unidad familiar que necesiten ayuda por sufrir cualquier patología asimilada a problemas de salud mental. La reforma incluye otra deducción de hasta 200 euros por el 30% de los gastos generados por miembros de la unidad familiar con enfermedades crónicas de alta complejidad o las denominadas raras o minoritarias -se aumenta hasta 300 euros si la unidad familiar es familia numerosa-, así como deducciones de hasta 200 euros por el 30% de los gastos generados por miembros de la unidad familiar con diagnóstico de daño cerebral adquirido o alzhéimer -que se aumentará hasta 300 euros si la unidad familiar es familia numerosa-.
En este apartado quedan recogidas, asimismo, deducciones de hasta 300 euros por el 30% de los gastos generados por miembros de la unidad familiar vinculados a la salud bucodental y de hasta 200 euros por el 30% de los gastos generados por miembros de la unidad familiar vinculados a la salud visual, como lentillas o gafas con graduación.
Los populares echan mano, como no podía ser de otro modo, de la célebre y cuestionada Curva de Laffer para asegurar que su rebaja tributaria, que cifran en una reducción de la presión fiscal en el tramo autonómico del 13,21%, se traduciría en un crecimiento estimado del 1,5% del Producto Interior Bruto en la Comunitat Valenciana, así como que este alivio fiscal aumentaría el consumo de los hogares valencianos un 1,95%. También calculan que se reduciría el déficit de la Comunitat Valenciana en un 0,5% y caería el paro en dos puntos, del 13 al 11%, gracias a los supuestos efectos de estas medidas sobre la economía. “Se trata de ingresar más vía actividad económica, no vía impositiva”, se justificaba Mazón.
La “ocurrencia” de la “quinta o sexta” reforma fiscal de Mazón
Tanto el president de la Generalitat, Ximo Puig, como el conseller de Hacienda, el también socialista Arcadi España, tacharon de “ocurrencia” la “quinta o sexta” propuesta de reforma fiscal del líder de los populares valencianos, a quien acusan de “falta de solvencia”. “La trayectoria fiscal del PP que subió los impuestos y dejó el sistema fiscal más injusto del país siendo las clases medias y trabajadoras de la Comunitat quienes más IRPF pagaban de toda España”, recordó el jefe del Consell.
A juicio de Puig, las rebajas masivas de impuestos que plantea la derecha “solo afectan a quienes más capacidad adquisitiva tienen y cuantos menos impuestos haya lo que hay son menos recursos públicos y capacidad”, mientras que España criticaba: “Cada día es un impuesto que quieren quitar o una bonificación que se inventan en función de quién hable”, e insistía en la “falta de credibilidad absoluta” del PPCV“.
El titular de Hacienda criticaba que los populares “siempre dicen lo mismo cuando se acercan elecciones: bajar los impuestos o eliminar los impuestos, pero después cuando gobiernan lo que hacen es subirlos. Cuando gobiernan recortan los impuestos solo a las rentas altas y los suben a las clases medias. Bajar los impuestos solo a las rentas altas tiene una consecuencia, que son recortes a los servicios públicos para las clases medias y trabajadoras”.