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Ximo Puig expone los datos económicos que avalan la gestión del Pacto del Botánico en su último debate parlamentario

“Dato mata relato”. Es el mantra que se ha instalado en Presidencia de la Generalitat y en el grupo socialista de las Corts Valencianes, que tienen a sus equipos volcados en defenderse con informes del supuesto caos que expone la derecha en cada sesión parlamentaria. Los socialistas hace tiempo que se esfuerzan en mantener un perfil moderado y dialogante y se centran en la gestión, alejándose en su perfil institucional de las cuestiones polémicas.

En la sesión de control de este jueves, la última de la legislatura, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y sus consellers se han volcado en defender el lema en todas sus respuestas. “Hay que ver de dónde venimos y a dónde vamos”, apuntaba Puig en respuesta a la portavoz de Ciudadanos, Mamen Peris. Los miembros del Ejecutivo asumen que la situación no es para tirar cohetes -“un mundo feliz no existe”, reconocía el presidente, siendo realista-, pero defienden una mejoría notable en todos los indicadores. Es la última ocasión en la que tenga lugar un debate de estas características en el Parlamento autonómico, al que solo le queda una previsible sesión plenaria para aprobar iniciativas pendientes. El resto de confrontaciones se darán en el marco electoral. Faltan 94 días y el ambiente se tensa.

Los grupos de la oposición -PP, Ciudadanos y Vox- han interpelado al presidente por el incidente en el tren de Bejís durante el incendio del pasado verano, las listas de espera en Sanidad, el caso Azud y la investigación a las subvenciones que recibe su hermano. Preguntan “quién se beneficia de su gestión” y el presidente responde: “la gran mayoría de los valencianos, hasta ustedes”. Preguntan “qué es agilidad en la gestión” y el presidente responde: “Agilidad es sufrir la pandemia más grande en la historia y, diez días después, ser la primera comunidad en traer un avión” con material sanitario.

Como hiciera en la anterior sesión de control, el presidente valenciano defiende qué ha hecho su gobierno por los ciudadanos y ha expuesto los indicadores socioeconómicos que avalan su gestión. Más de un millón de valencianos se beneficia del fin del copago farmacológico, 168.000 personas han accedido a la atención sanitaria universal, 17.500 valencianos no pagan el tratamiento para la hepatitis C, 135.0000 reciben ayudas a la dependencia -el triple que en 2015-, 75.000 personas reciben la renta valenciana de inclusión -un 80% más-, 16.000 familias reciben un alquiler social. “Tenemos 13.300 sanitarios y 15.000 profesores más”, ha recalcado Puig, reiterando las ayudas a los libros de texto y la construcción de centros educativos.

Respecto al contexto económico, ha defendido que 425.000 personas han encontrado empleo, unos 145 cada día; la contratación indefinida se ha incrementado en 250.000 personas en un año según la Encuesta de Población Activa, y en ese marco ha llegado Volskwagen a Sagunto, “150 días después de enviar la carta” a la multinacional ofreciendo el parque industrial como sede para la factoría de baterías para vehículos eléctricos. Se han multiplicado las ayudas a autónomos durante la pandemia -67.000 empresas y 140.000 autónomos tuvieron ayudas directas-, la rebaja de precios del transporte público o de las tasas universitarias, así como una bajada del IRPF al 97% de contribuyentes.

Así, se ha conformado “un Estado de bienestar potente”, en la comunidad autónoma que “más ha crecido en Sanidad, por encima de la media nacional” pese a las dificultades como el aumento de las patologías, pero “siempre buscamos la mejor alterativa para mejorar”. Entre el antes y el ahora, “no hay color”.

En una sesión de control en las Corts se puede hablar de casi todo. También de penes, formas y tamaños, aunque para la respuesta, de la consellera de Educación, no han hecho falta informes técnicos, sino una enunciación de la realidad: “La biología es caprichosa”, ha indicado Raquel Tamarit a la diputada de Vox que ha interpelado por unos dibujos de variedades genitales en un libro.

Por su parte, los socios del Botánico, Compromís y Unides Podem, han interpelado al Consell por políticas estructurales que consideran fundamentales. La portavoz de los valencianistas, Papi Robles, se ha referido a la propuesta de su candidato a las autonómicas, Joan Baldoví, de retomar la vía judicial para reclamar las inversiones y la financiación justa, mientras que Pilar Lima (UP), ha hecho referencia a los problemas de vivienda. En ambos casos, el presidente ha defendido la mejora comparativa.

“La primera vía es el diálogo y la política; ahí estaremos siempre, pero también es cierto que cuando no llegamos a un acuerdo vamos a los tribunales como hemos hecho con el trasvase Tajo-Segura”, ha respondido Puig sobre la financiación, y ha insistido en que el Consell defenderá siempre los intereses valencianos “en cualquier ámbito”. Sobre vivienda, ha hecho referencia al decreto que el vicepresidente segundo, Héctor Illueca, aprobó el pasado viernes, que sanciona el acoso inmobiliario, limita la especulación con viviendas vacías y las prácticas abusivas. A años luz del anterior Consell, insiste.