La diputada del PSPV en Les Corts valencines, Ana Barceló, ha indicado este martes que la dimisión del diputado del PP David Serra -imputado en Gürtel-, constata, “una vez más, la incapacidad del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, para tomar decisiones sobre los imputados de su partido”, al tiempo que ha incidido en que Serra “se marcha porque quiere, cuando quiere y como quiere”.
Así, ha denunciado que “en el PP de Alberto Fabra las Corts se utilizan para decidir qué juez y qué juzgado interesa más que les juzgue”, al tiempo que recordaba que actualmente el jefe del Consell todavía mantiene en sus escaños a dos imputados que “van a seguir cobrando del dinero de todos los valencianos hasta que ellos decidan marcharse”.
Para Barceló, el “compromiso” de Fabra contra la corrupción ha dependido siempre de las presiones internas del PP, “que cada vez son mayores por su falta de liderazgo y debilidad de sus decisiones”. Con estas decisiones, ha matizado, “lo único que se pretende es sacar de la agenda política los casos de corrupción y alargar así los plazos”.
“Al no tener aforados a partir de este momento la apertura del juicio oral sufrirá demoras hasta que se determine qué tribunal finalmente se hará cargo del asunto”, ha explicado Barceló, tras señalar que “así es como Fabra y el PP entienden la regeneración democrática, que cada uno tome las decisiones cómo y cuándo le convengan personalmente”.
En este sentido, ha subrayado que “ése no es el compromiso con la ética y la transparencia que están reclamando los ciudadanos”, para concluir manifestando que Fabra y el PP “no tienen ninguna credibilidad, ni generan ninguna confianza y poner en boca de ellos la palabra transparencia ya ofende”.
“Esperpéntico”
Para la coordinadora de Esquerra Unida, Marga Sanz, resulta “esperpéntico que los cargos públicos del Partido Popular imputados o procesados abandonen sus escaños cuando quieren guiados por sus propios intereses particulares de alargar procesos judiciales y no porque el presidente del Partido Popular se lo exija”.
Así, apuntaba que ello define lo que es Fabra: “un presidente sin autoridad al frente de un Partido Popular absolutamente desnortado ante este iceberg de corrupción que han generado y que cada vez les golpea con más fuerza”.