La renovación del Consell Jurídic Consultiu, órgano que asesora al Gobierno autonómico, debería haberse producido el pasado septiembre. Cinco meses después de que expirara el mandato de la mitad de sus miembros, todavía continúan las trifulcas entre los tres grupos parlamentarios que deben elegir a los tres miembros restantes.
En noviembre, desde la Generalitat se produjo el nombramiento exprés de tres consejeros: Margarita Soler (que ya era consejera por el PSPV), Asunción Ventura y Faustino de Urquía, en sustitución del hasta ahora presidente Vicente Garrido (director de la tesis de Francisco Camps) y a los consejeros Federico Fernández y Maria Luisa Mediavilla. Continuan en funciones José Díez Cuquerella y Vicente Fliquete, ambos nombrados por el PP durante la pasada legislatura. Según el reglamento del órgano, el Consell elige a tres miembros y les Corts a los tres restantes por un periodo de cinco años.
Hasta noviembre, en época de las mayorías absolutas del PP la composición de este órgano asesor había repartido con cinco consejeros para los Populares y uno para la oposición, que encabezaba el PSPV. El Gobierno del Botánico se propuso acabar con las cuotas de partido y renovó a los tres miembros que les correspondía, dejando los tres restantes para que les Corts, a propuesta de los grupos parlamentarios, eligieran a los miembros restantes. Como son tres partidos los que no forman gobierno y tres los puestos a renovar, hubo quien dedujo que correspondería un vocal por grupo parlamentario. Y ahí vino el primer conflicto: el PP se negó -y se sigue negando- a tener la misma representación que Podemos, cuando tiene más del doble de diputados que la formación morada.
Según la lógica de los populares, como Podemos sustenta al Consell, su miembro propuesto debería haberse nombrado con el resto de candidatos del Gobierno. De esa forma, el PP habría designado a dos consejeros, mientras que el resto de fuerzas políticas contaría con uno cada una. Esta propuesta de cuotas ha sido reiteradamente rechazada por el resto de partidos y desde les Corts no se quiere repetir el episodio de la votación fallida del Consell Rector de la nueva radiotelevisión pública (fue aplazada porque no había consenso en la votación y, cuando fue convocada de nuevo, el PP abandonó el hemiciclo y se quedó sin su cuestionada representante). Visibilizar el diálogo y el consenso es importante para la mayoría de formaciones políticas y de ello se ha servido el PP para no dar su brazo a torcer: ahora su líder, Isabel Bonig, asegura que sólo votarán a su candidato.
Tras varios meses de parálisis en las negociaciones, con los nombres ya sobre la mesa, el resto de partidos han perdido la paciencia respecto a Bonig. El líder de Ciudadanos, Alexis Marí, ha tachado a la popular de “mentirosa” cuando se refiere a que no ha habido reuniones para consensuar los candidatos y de querer “boicotear” la renovación del CJC. “El PP sigue enrocado en su posición, como hizo en RTVV y la señora Bonig miente más que las gallinas”, ha criticado el síndic. Críticas compartidas por el resto de partidos, que se muestran hartos de esta actitud.
El portavoz socialista, Manolo Mata, ha recordado que no es necesario el voto del PP para sacar adelante la reposición de miembros (se necesita una mayoría de tres quintos, es decir, 60 diputados) y amenaza con dejar fuera a su candidato. “Es un sabotaje innecesario y se pueden encontrar con que tenga un precio”, ha señalado, en referencia a la votación que se intentará llevar a pleno en febrero.
Por su parte, desde Compromís, Fran Ferri ha recordado que tanto su formación como los socialistas apoyarán al resto de candidatos siempre que cumplan los requisitos, y que su única condición al margen es que uno de ellos sea una mujer para garantizar la paridad en el órgano. “Todos menos el PP hemos hecho un ejercicio de diálogo y hemos llegado a un acuerdo que llevaremos al pleno. El PP ha decidido irse a las montañas, decir que nunca hemos hablado con ellos y votar solo a su candidato”, ha criticado.
Además, desde Podemos, cuyo candidato el PP se niega a respaldar por “chavista”, reslatan la “obligación” de “hacer entrar en razón al PP” ya que “hace mal bloqueando la renovación de un órgano estatutario”. De este modo, Antonio Montiel insta a los populares a “reconsiderar su posición”, dejar de “jugar a automarginarse de las acción de las Corts” y “ejercer la responsabilidad que tienen”.