“Lo que pasó en España ha sido un genocidio”. Así se ha referido la vicepresidenta de la Diputación de València, Natàlia Enguix, a la represión franquista de posguerra durante una visita a la exposición sobre las fosas de la dictadura en el Centre Cultural La Beneficència. A su lado, el presidente de la Corporación provincial, el popular Vicente Mompó, ni se ha inmutado. Mompó gobierna en la Diputación de Valencia —la institución que perdió el PP en 2015 acosado por la trama corrupta que afloró en el marco del 'caso Taula'— gracias al apoyo de la única diputada provincial de Ens Uneix, el partido comarcalista del expresidente provincial socialista y alcalde de Ontinyent Jorge Rodríguez, convertida en su número dos. Enguix se ha quedado las competencias de Memoria Histórica mientras los populares gobiernan con Vox en la Generalitat Valenciana.
“Sé que la morbosidad siempre nos lleva ahí y lo entiendo perfectamente, he venido sabedor de eso”, ha afirmado Vicente Mompó preguntado por elDiario.es sobre si compartía el dictamen sobre el régimen franquista expresado por su número dos. El también presidente del PP de la provincia de Valencia y alcalde de Gavarda es licenciado en Ciencias de la Actividad Física. Como buen deportista y político, ha sabido regatear: “Al final lo que tenemos que hacer los políticos en general es trabajar en positivo, seguir adelante, aprender de los errores y ayudar a que nuestros jóvenes conozcan la historia y lo que pasó”, ha dicho.
Mompó, ante una muestra de azulejos con los nombres de algunas de las 2.237 víctimas fusiladas por la represión franquista en el cementerio de Paterna entre 1939 y 1956, ha asumido la “difícil tarea” de “cerrar heridas” y “construir una España mejor para todos”.
La visita oficial ha reflejado la ambivalencia del PP e incluso cierta capacidad camaleónica para hacerse con el poder en cualquier rincón institucional, incluso afrontando un debate tan incómodo sobre un régimen dictatorial del que uno de sus fundadores, Manuel Fraga, fue un destacado ministro y embajador.
Como en las antiguas cintas de 'casete', han brotado dos caras. Si en la Diputación de Valencia Mompó ejerce de apoderado de la cara A, su homóloga castellonense, la popular Marta Barrachina, representa la cara B y considera que la financiación de las exhumaciones de las víctimas del franquismo “no es una prioridad”. Así, los descendientes de víctimas de una fosa común en la frontera entre Montcofa y Nules, que alberga a cuatro republicanos asesinados por falangistas en 1939, han tenido que recurrir a la financiación privada después de que la Diputación de Castellón haya declinado ofrecer la financiación que estaba pactada durante la etapa progresista poco antes de las pasadas elecciones municipales.
Sin embargo, a Vicente Mompó, la doble vara de medir no le parece “tan llamativa”. “Al final somos personas adultas y aquí ya venimos llorados y estudiados”, ha dicho el presidente de la institución provincial, quien ha apostado por “dignificar y trabajar para todos los valencianos y valencianas”.
Natàlia Enguix ha confirmado que el área de Memoria Histórica de la Diputación de Valencia seguirá la misma línea del mandato anterior de la izquierda: “Ayudando a las asociaciones de descendientes a que recuperen a sus familiares y a dignificar la memoria de las víctimas”. Enguix considera que es necesario “demostrar que ha sido un genocidio lo que pasó en España”, un trabajo institucional de “justicia, reparación y recuperación de la dignidad” que debe darse a conocer a las “nuevas generaciones”.
El llamativo equilibrio en la institución provincial, entre populares y exsocialistas rebotados, nace de la negativa de Ens Uneix, la formación creada por el expresidente Jorge Rodríguez, a pactar con el PSPV-PSOE, el partido que lo expulsó tras su arresto policial a consecuencia del 'caso Alquería', del que resultó absuelto en una sentencia notificada dos días después de las pasadas elecciones autonómicas y municipales del 28M.
Y, de rebote, la financiación pública de las exhumaciones por parte de la Diputación de Valencia se ha salvado. Mompó y Enguix han puesto en valor los más de tres millones de euros invertidos en la exhumación y la identificación de víctimas del franquismo desde la creación del área de Memoria Histórica en 2016.
La “sistematización de la violencia” del franquismo
Durante la visita a la exposición, abierta hasta el próximo 28 de abril del 2024, la antropóloga Andrea Moreno ha destacado el “cariz pedagógico” de la muestra, de la que es comisaria, y la “complejidad” de los procesos de exhumación de fosas del franquismo.
El arqueólogo Tono Vizcaíno, por su parte, ha expuesto la “sistematización de la violencia” del régimen durante la posguerra y ha guiado al presidente de la Diputación de Valencia y a su 'número dos' entre los objetos conservados por los descendientes de los represaliados, tales como cartas o fotografías. El también comisario de la muestra ha recordado que se trata de un “trabajo muy duro y cercano a las familias”. El popular Francisco Teruel, exalcalde de Benimodo y actual responsable del área de Cultura de la Diputación de Valencia, también ha seguido atentamente la visita.
La completa exposición reúne un original montaje que representa fielmente el espacio de una fosa común del cementerio de Paterna e incluso cartas y pertenencias originales de las víctimas valencianas del franquismo. En una de las salas, Mompó ha podido observar de cerca las impresionantes piezas de ropa de las víctimas halladas en las fosas y que los equipos de arqueólogos lograron conservar.