Nàquera, un municipio valenciano de la comarca del Camp de Túria de apenas 7.728 habitantes, es uno de los principales feudos de Vox en España, con el 29% de los votos. El pacto alcanzado para gobernar con el apoyo del PP incluye la polémica retirada de la bandera LGTBI de los edificios públicos y el veto del término violencia machistas en las concentraciones institucionales. La primera medida propuesta por el alcalde del partido de extrema derecha, Iván Expósito, ha sido subirse el sueldo y asfixiar financieramente a la oposición, compuesta por el PSPV-PSOE, Compromís y la Unión Popular de Nàquera (UPdN).
Mientras que el anterior alcalde, Damián Ibáñez, cobraba un salario anual de 31.999 euros, Expósito pretende disparar su sueldo hasta los 45.000 euros anuales. Tres tenientes de alcalde (Juan Silla, de Vox, y Vicente Estellés y Rafael Clausí, del PP) completan el nuevo equipo de Gobierno municipal, además del popular Alejandro Ricart y los ultras Marta Izquierdo y Marisa Furió como ediles. La propuesta de la alcaldía adjudica al primer edil y al primer teniente de alcalde la dedicación exclusiva mientras que el resto de concejales ostentarán la dedicación parcial de entre el 60 y el 75% de la jornada.
En total, según el régimen de retribuciones propuesto para aprobar en el pleno de este viernes, el equipo de Gobierno ha fijado un gasto en sueldos de 243.250 euros anuales. El nuevo gobierno municipal ha creado áreas encargadas de “familia” y “vida”, “tradiciones y festejos taurinos” o “caza”, todas en manos de Vox.
Por otra parte, Expósito ha dejado a los seis ediles de la oposición sin dietas por asistencia a plenos y a comisiones informativas, según fuentes municipales. La medida supone en la práctica ahogar financieramente a los concejales del PSPV-PSOE, Compromís y UPdN.
El lastre de las indemnizaciones urbanísticas
Además de la “plena independencia en las cuestiones de índole ideológica”, el acuerdo de Gobierno entre Vox y el PP incluye el “recorte del gasto político socialmente improductivo”. El municipio, caracterizado por una población alejada del casco histórico residente en urbanizaciones donde ha arrasado el voto a la formación de ultraderecha, arrastra una importante deuda en materia de pago de indemnizaciones tras los proyectos urbanísticos fallidos impulsados por el PP hasta el 2011.
Sólo las indemnizaciones por el programa de actuación urbanística (PAI) del sector R-8 Els Plans han supuesto un agujero de 24 millones de euros a asumir entre el consistorio y la Generalitat Valenciana. De la indemnización, dos millones de euros corresponden al antiguo aparejador municipal y socio del principal contratista.
El pacto entre Vox y el PP en el feudo del partido de extrema derecha, situado a los pies del parque natural de la Sierra Calderona, ha supuesto la contestación vecinal ante la decisión de vetar las banderas LGTBI en las instalaciones municipales. Así, algunos vecinos han colgado la bandera arcoíris en sus balcones y las asociaciones LGTBI Mirall Camp de Túria y Lambda han convocado una manifestación del Orgullo este miércoles bajo el lema 'Nàquera Orgullosa'.
El alcalde de Anna (PP) se sube el sueldo un 18%
El caso de Nàquera no es el único. En Anna, una pequeña población de poco más de 2.500 habitantes, su alcalde, Miguel Marín, del Partido Popular, cobrará un sueldo anual de 45.810 euros brutos, tal y como ha avanzado el diario Levante-EMV y defendió en base al salario aprobado en abril por el anterior equipo de gobierno municipal. Su predecesora en el cargo, la socialista Pilar Sarrión, cobró 38.570 euros anuales en el período 2015-2019 y no tuvo asignado un salario el pasado mandato al ser diputada autonómica y cobrar como tal.