El Estado francés pretende hacer caja con el parque urbanístico de que dispone en el extranjero. El edificio del Institut Français de Viena, ubicado en un palacio neoclásico, fue vendido hace seis años a la embajada de Qatar. Con el cierre del organismo cultural en Valencia, en la calle del Moro Zeid del barrio de El Carme, el Estado francés tendrá complicado dar un pelotazo vendiendo el palacete para construir un hotel o pisos turísticos, las actuaciones que, para espanto de los vecinos, más han poblado la céntrica zona en los últimos años.
El informe de circunstancias urbanísticas del edificio, al que ha tenido acceso elDiario.es, le adjudica la calificación urbanística de zona de conjunto histórico protegido en un área con predominancia de uso residencial. La actuación urbanística se puso en marcha en 1845 tras la demolición y reparcelación del antiguo Convento de la Puridad. El edificio se adscribe a la tipología de casa vecinal y cuenta con una fachada de estilo clásico propia del tipo de edificios plurifamiliares concebidos para la burguesía.
El informe del Ayuntamiento de Valencia encuadra la fachada, que consta de planta baja con entresuelo y de dos plantas, en el estilo clásico caracterizado por una composición tripartita y elementos decorativos propios del clasicismo, con un ladrillo macizo con revestimiento continuo y una cubierta inclinada de teja árabe. Hasta su cierre el pasado 30 de junio, el edificio tenía un uso cultural y albergaba la sede del Institut Français de Valencia, tal como destaca el informe de circunstancias urbanísticas.
Los usos permitidos y prohibidos para este tipo de edificios están recogidos en el Plan Especial de Protección de Ciutat Vella. Así, “la implantación de cualquier actividad industrial o terciaria compatible en el área de calificación residencial no deberá alterar las condiciones de las parcelas educativas existentes”, reza el texto. El Plan Especial de Protección de Ciutat Vella cataloga el uso terciario para hoteles, discotecas o viviendas turísticas como “prohibido o incompatible”.
La restauración del edificio se hizo a finales del siglo XX gracias a las ayudas del Plan de Rehabilitación Integral de Ciutat Vella. El cierre del Institut Français de Valencia, decretado por el Gobierno de Emmanuel Macron pese al ofrecimiento de ayuda por parte de su homólogo español y pese a la movilización ciudadana, ha supuesto el despido de 25 trabajadores y ha dejado a la francofonía en la capital del Turia “moribunda”, según el diario Le Monde. El ministro de Exteriores del país vecino achacó el cierre a un déficit acumulado desde 2014 superior a los 250.000 euros en las cuentas del organismo, auténtico epicentro cultural de la ciudad.
Ante las protestas del colectivo de trabajadores despedidos, los responsables del organismo han establecido un cerrojazo informativo. Aún no está claro el destino de los fondos de la mediateca del Institut Français ni del conocido mural gigante del dibujante Paco Roca sobre la liberación de París situado en la terraza interior.
El movimiento del Ejecutivo francés responde a la necesidad de revalorizar el parque inmobiliario público en el exterior del hexágono. Sin embargo, la protección del edificio de la calle del Moro Zeid dificulta al Estado francés, propietario del edificio, su venta para construir un hotel o pisos turísticos. La suerte del edificio, una golosina para constructores y promotores inmobiliarios, está en el aire.
Marzà impulsa la francofonía
El conseller de Educación, Cultura y Deporte, Vicent Marzà, junto a la directora general de Innovación Educativa y Ordenación, Margarida Castellano, y el director general de Política Lingüística y Gestión del Multilingüismo, Rubén Trenzano, se ha reunido con la consejera cultural de la Embajada de Francia, Anne Louyot, el agregado de cooperación educativa y lingüística en España de la Embajada de Francia de las zonas nordeste y levante, Sébastien Portelli, y la directora delegada del Instituto Francés de València, Marie-Cecile Le Luec.
“El motivo de este encuentro”, según el conseller Vicent Marzà, es la constitución de una comisión de seguimiento del acuerdo firmado por la Conselleria y la Embajada de Francia en 2019, con el objetivo de ampliar aún más los programas conjuntos que llevemos a cabo e intensificar el trabajo de cooperación educativa y cultural“.
Marzà ha destacado que “en esta comisión hemos acordado el desarrollo de algunos ejes de colaboración importantes. Por una parte, iniciaremos un programa de intercambios entre profesorado valenciano y profesorado francés mediante las 'académies' de Lille, Niza y Grenoble, a la vez que reforzaremos el aprendizaje del francés entre nuestro profesorado con cursos gratuitos en las escuelas oficiales de idiomas, tal y como venimos ya haciendo con la lengua inglesa”. “Al mismo tiempo, ampliaremos el programa Bachibac a nuestro sistema educativo y el número de auxiliares de conversación de francés en los institutos valencianos”, agrega el conseller.
En cuanto a las clases de francés gratuitas para el profesorado valenciano en las EOI, el próximo curso podrá acceder el profesorado que actualmente impulsa el programa Bachibac y en dos cursos será una oferta generalizada para todo el personal docente que lo desee.
Hay que recordar que la Conselleria tiene establecido el programa Bachibac desde hace tres cursos y lo llevan a cabo actualmente tres centros educativos: el IES Professor Broch i Llop de Vila-real, el IES Ausiàs March de Manises y el IES Carrús de Elche.
El programa permite impartir un currículum mixto para la obtención de la doble titulación del 'Baccalauréat' francés y el Bachillerato español y, con ello, acceder tanto a universidades del Estado español como francesas.
Por lo que respecta a los auxiliares de conversación de francés, el próximo curso se promoverá que 50 aspirantes puedan incorporarse a institutos valencianos y que en dos cursos se pueda llegar al centenar.