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Puig busca “cerebros” en demoscopia para su oficina de análisis ante la “inminente” guerra electoral contra Compromís y PP

El Bloc ya ha elegido en un proceso interno a Vicent Martínez como su su jefe de campaña, Ciudadanos ofrece formación a sus cargos públicos ante un posible envite electoral y Podemos y EUPV han empezado a cocinar un acuerdo autonómico que permita sumar los 100.000 sufragios del partido que coordina Rosa Pérez Garijo y que se quedaron fuera de las Corts en 2015. Los partidos se preparan para el 2019 electoral, aunque miran de reojo a finales de este año ante la posibilidad de que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, adelante las Elecciones Autonómicas.

Sólo Ximo Puig -previo acuerdo con Mónica Oltra y Compromís- sabe si habrá adelanto electoral pero, por sus recientes movimientos, quiere tener toda la maquinaria engrasada. El presidente de la Generalitat quiere potenciar su oficina de análisis, recientemente reforzada con el nombramiento del profesor de Derecho Constitucional Fernando Flores como director general de Análisis, para afrontar la batalla electoral que le espera en los próximos nueve meses contra sus rivales directos, PP y Compromís. Contra los primeros se juega mantener cuatro años más el Pacto del Botànic y contra los segundos poner nombre a la persona que ocupe la jefatura del Consell.

En estos momentos en Presidencia están realizando entrevistas para incorporar “materia gris” demoscópica y de redacción de discursos al equipo que lidera Flores y que coordina el director de gabinete, Arcadi España. Además, los teléfonos del equipo de Puig echan humo tanteando a funcionarios de otras consellerias para que se trasladen al Palau a incorporarse a la maquinaria electoral. Puig quiere una oficina de análisis fuerte que plantee un potente discurso que desactive al PP y le diferencie de Compromís. Se esperan en las próximas semanas cambios en el organigrama y fichajes de asesores que ya han puesto en alerta a sus socios en el Consell.

Desde Presidencia quitan hierro al asunto y apuntan que las entrevistas y las gestiones en materia de organigrama responden a la salida de algunas piezas importantes de Presidencia como el redactor de los discursos del presidente, el profesor de Filología en la UJI José Martínez Rubio, que se marchó a principios de julio a colaborar con la nueva consellera de Sanidad, Ana Barceló.

Además, señalan fuentes del Palau, el equipo más directo de Puig necesita incorporar más personal porque llegan justos a final de la legislatura y existen dudas en algunos de los asesores nombrados, que no han cumplido las expectativas. En otros casos, piezas clave que deberían remar para Presidencia están repartidos en otros departamentos o han asumido funciones de partido que les restan presencia en la maquinaria electoral del presidente.

Otra pieza que seguramente abandonará Presidencia es el secretario autonómico de Comunicación, José María Vidal. Vidal ha sido el autor del desmontaje de la clausurada RTVV y de la puesta en marcha de Á Punt y se ha encargado de convocar el concurso de emisoras de radio -paralizado hace más de diez años- y de impulsar el Consell de Audiovisual. Vidal ha mantenido un perfil muy técnico y poco político y su próximo destino, apuntan fuentes conocedoras de la operación, podría ser la secretaría autonómica de Transparencia.

Para sustituir a Vidal, el el Palau ya buscan desde hace semanas un perfil más político y mediático que venda la gestión de Puig y de las áreas que gestionan los socialistas. Un portavoz que lance la campaña electoral. De momento, no tienen el nombre. Este secretario autonómico de Comunicación se deberá coordinar con el equipo de análisis para relanzar el discurso del Presidente. Con más razón si hay adelanto electoral.