El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, ha avanzado este jueves en relación al juicio sobre la visita del Papa Benedicto XVI a València en 2006, que arranca la semana que viene en la Audiencia Nacional, que “cualquier acuerdo de conformidad de los acusados con la Fiscalía pasará, por parte de la Generalitat, por el reconocimiento de la culpabilidad y la devolución del dinero”.
“Si no se cumplen esas dos condiciones la Generalitat, que está personada, no dará su visto bueno”, ha indicado el 'president' ante la pregunta del portavoz de Compromís, Fran Ferri, sobre la valoración del Consell de las informaciones que apuntan a “la confesión del saqueo de RTVV con motivo de la visita del Papa por parte de las tramas de corrupción vinculadas al PP”.
Puig ha señalado que ahora arranca un juicio “por uno de los expolios más flagrantes” porque “aprovechar la visita del Papa para robar es muy duro”. “Las tramas corruptas no respetaban nada”, ha agregado, y es “muy triste que hasta la visita del Papa fue convertida en un evento más de la corrupción”. Según ha dicho, el Consell sigue trabajando para recuperar el dinero sustraído y para que “nunca más vuelva a pasar”. “Y que la justicia haga lo que toca, justicia”, ha agregado.
En este caso se sientan 24 acusados en el banquillo, entre ellos, el expresidente de las Corts Valencianes Juan Cotino; el que fuera director de Radio Televisión Valenciana (RTVV), Pedro García Gimeno, y los principales 'cabecillas' de la trama Gürtel, Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, 'El Bigotes'.
La causa se juzgará casi cuatro años después de que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata procesara a 24 investigados y nueve personas físicas por delitos de asociación ilícita, prevaricación, blanqueo de capitales y delito contra la Hacienda por la contratación de las pantallas y megafonía a una sociedad pantalla de la trama Gürtel y cuyo coste se fijó en siete millones de euros y que permitió repartirse una suma de 3,3 millones de euros.
Puig ha comenzado resaltando la “indignidad moral” que rodeó aquella visita y se ha referido al trato que recibieron las víctimas del accidente del metro ocurrido poco antes. Ha aprovechado la ocasión para volver a pedirles perdón en nombre de la Generalitat y mostrar el reconocimiento a estas personas que “durante tantos años han defendido la dignidad del pueblo valenciano”.
Asimismo, ha recordado que uno de los esfuerzos del Consell en los últimos años se ha centrado en “levantar la hipoteca reputacional” que dejó el PP y construir un sistema de transparencia para que no se vuelvan a producir situaciones similares. No obstante, ha advertido de que “queda una enorme resaca de esos tiempos y está en forma de piezas abiertas” en los tribunales.
La próxima semana, ha dicho, “comienza el juicio por uno de los expolios más flagrantes” y el Consell lo ve “desde la tristeza” al comprobar que “las tramas corruptas no respetaban nada”. Además, ha proseguido, “fue un caso paradigmático de cómo el sector público saqueaba la administración” y todo él “pasó por caja”.