“Nuestro mensaje es claro. No se va a modificar [el sistema de financiación autonómica]. No hay dinero para hacer un sistema de financiación como el que demandan las comunidades más beligerantes”. Un alto cargo del Ministerio de Hacienda, la secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, ha propinado un nuevo varapalo a Alberto Fabra, presidente de la Generalitat.
Aunque le ha elogiado –o criticado- muy sutilmente (es “muy reivindicativo”, ha dicho de Fabra) Currás ha ratificado la postura de su superior, Cristobal Montoro. La Comunitat Valenciana no recibirá un duro más de Madrid, ni siquiera, como implora constantemente el gobierno valenciano, para garantizar los servicios básicos, sanidad y educación.
El pronunciamento, no por conocido, ha dejado de sentar mal en el Palau de la Generalitat. Ni la revuelta de los empresarios, ni los ataques de valencianos populares como el presidente del Consell Valencià de Cultura a Mariano Rajoy parecen hacer mella en Madrid. El PP estatal, parece, ha decidido enterrar políticamente a Fabra, quién sigue clamando en el desierto.
La financiación valenciana “es una injusticia que tenemos que resolver y estoy convencido de que se va a poner de manifiesto el maltrato que ese modelo ha ofrecido a la Comunidad Valenciana durante tanto tiempo”, ha afirmado Fabra este lunes en un curso en Madrid.
“No se trata de pedir más, sino de pedir lo que en justicia nos corresponde y para cubrir lo básico, no otras cuestiones, ha insistido el President, quién sigue confiando en que la reunión con Montoro, pedida por los empresarios, se celebre en julio. De momento, el Ministro de Hacienda, con una agenda repleta, no ha encontrado el momento.