Los nuevos modelos de familia y el turismo reproductivo permiten al IVI Valencia mantener su crecimiento

El centro de València del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) sigue creciendo en número de tratamientos y en rentabilidad gracias al turismo de reproducción, donde España es referente mundial, y a los nuevos modelos de familia que han disparado el número de inseminaciones artificiales en 2019. Francia, Italia y Reino Unido lideran el ranking, pero también se han incorporado paciente de Brasil o Estados Unidos. 

El director de IVI Valencia, Ernesto Bosch, ha presentado los resultados a los medios de comunicación este martes. Bosch ha presentado la evolución de los cinco últimos años para demostrar que “gracias a la constante investigación clínica” se ha superado el 50 % de la tasa de embarazo evolutivo, es decir, que una de cada dos mujeres logra que su embarazo llegue a término. Hace un lustro esa tasa era del 36 %, lo que evidencia la velocidad a la que crecen las potencialidades de la reproducción asistida.

“Hay una diferencia importante entre tasa de embarazo y embarazo evolutivo. Nosotros apostamos por ofrecer cifras transparentes y reales, descontando en estas tasas las pérdidas gestacionales del primer trimestre, ya que una beta positiva no siempre culmina en un recién nacido vivo, y creemos que los pacientes merecen conocer datos objetivos a este respecto”, ha añadido Bosch.

El director de IVI València ha incidido en que la evolución de la edad para ser madre sigue creciendo, pero que con la progresión de la investigación científica se consigue que pueda llevarse a término el deseo de muchas familias. “La gran mayoría de nuestras pacientes superan los 37 años de media, y un 34% de las mujeres a las que tratamos ya alcanzan los 40 años de edad. La maternidad tardía es una realidad que se potencia con el paso del tiempo, y en muchas ocasiones obligará a las mujeres a hacer uso de óvulos donados para lograr su deseo de ser madres. En este punto, cabe señalar que, en 2019, la media de edad en los tratamientos con óvulos donados se situó en 42 años”, ha asegurado.

IVI Valencia ha reducido drásticamente la tasa de embarazo múltiple, por debajo del 6%, siendo que dos años antes se situaba en un 17%. “Se trata de una cifra histórica en España, que hasta el momento solo ha podido alcanzarse en los países nórdicos, donde la transferencia de un único embrión (SET, en sus siglas en inglés) lleva 15 años realizándose en sus protocolos habituales. En el caso de IVI Valencia, en el 90% de los casos se transfiere un único embrión, priorizando la salud de la madre y su futuro bebé”, defiende.

Esta importante mejora en los resultados de IVI Valencia en los últimos 5 años se debe a la actualización de los protocolos clínicos que tuvo lugar en 2015 y a la renovación del laboratorio FIV de la clínica en 2016.

“Aunque muchas mujeres y parejas ven el embarazo múltiple como una situación deseada, lo cierto es que se trata de una gestación con más riesgos, tanto para la madre como para su futuro bebé. Algunas de las complicaciones propias de este tipo de embarazos son los partos pretérmino –ocurren en más de la mitad de los partos múltiples–, mayor posibilidad de cesárea, e incremento de complicaciones como la hipertensión, polihidramnios (exceso de líquido amniótico) y diabetes gestacional, entre otras. En el caso de los bebés, es muy frecuente que estos lleguen al mundo con bajo peso, lo que aumenta el riesgo de sufrir problemas durante el desarrollo psicomotor”, explica director de IVI Valencia.

Reducción de nacimientos múltiples

España es uno de los países europeos con mayor número de nacimientos múltiples, potenciado en gran medida por el acceso tardío a la maternidad, que desencadena muchas veces problemas reproductivos, obligando así a las mujeres y parejas a recurrir a la Medicina Reproductiva para ser padres. De hecho, tan solo Italia está por delante de España en el retraso de la edad del primer embarazo, y nuestro país lidera Europa en cuanto al número de ciclos de FIV y técnicas más avanzadas.

“Hay muchas mujeres y parejas que, cansados de los fracasos, o simplemente porque consideran que tendrán más posibilidades de lograr un embarazo, piden transferencia de dos embriones. Debemos explicar a los pacientes que por ciclo no hay apenas diferencia en cuanto a tasas de gestación, y limitar la transferencia de dos embriones únicamente a los casos aislados que demanden este protocolo de actuación para asegurar el éxito reproductivo. Hace años se perdían muchos embriones porque se congelaban, con lo que los cristales que se producían en el proceso acababan dañando células de los embriones; pero hoy, gracias a la vitrificación –congelación ultrarrápida a -196ºC que evita la creación de cristales-, logramos una tasa de supervivencia y una eficacia similares a las alcanzadas en fresco. Además, hemos logrado aumentar la capacidad de implantación de cada embrión transferido para mantener la máxima tasa de embarazo transfiriendo un solo embrión”, concluye.