A la tercera va la vencida. La Cruz de los Caídos que llevaba siete décadas presidiendo la fachada de la iglesia de San Martín del municipio alicantino de Callosa del Segura ya es historia. Su retirada, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, ha tenido lugar en la madrugada de este lunes entre fuertes medidas de seguridad y se ha saldado con la detención de dos personas afines a un grupo falangista que había mostrado resistencia y lanzado petardos a los agentes.
Atrás quedan dos sentencias judiciales favorables y más de 400 días de protestas de una parte de los vecinos que, aglutinados en la Plataforma Ciudadana en Defensa de la Cruz, se han ido turnando para defender este símbolo levantado en 1942 para homenajear a 80 callosinos que murieron durante la Guerra Civil en el bando franquista.
El momento de mayor tensión se ha producido justo cuando los operarios, escoltados por la Guardia Civil y la Policía Local, han logrado separar la cruz de la base. Ha sido entonces cuando se han sucedido insultos entre partidarios y detractores de esta decisión y con cánticos a favor de la República.
De esta manera, el equipo de gobierno de Callosa (PSOE, IU y Somos) ha logrado quitar este monumento después de fracasar las dos intentonas anteriores cuando se encontraron con un fuerte rechazo de vecinos apoyados por grupos falangistas. Por su parte, el Ayuntamiento ha contado con el apoyo de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalitat Valenciana y de la subdelegación del gobierno en Alicante. El municipio tiene previsto trasladar la cruz a un futuro Centro de Interpretación de la Memoria Histórica.
Desde la Plataforma en Defensa de la Cruz han venido defendiendo en todo momento que el monumento no enaltecía el franquismo si no que homenajeaba a las víctimas de un pueblo que durante el conflicto bélico perteneció a ambos bandos. Los defensores de la conservación argumentaron que en septiembre de 2016 ya se retiraron de la placa de mármol tanto la mención a Primo de Rivera como las placas de la Falange.
Sin embargo, durante este año y medio de polémica, han sido varias la veces en las que grupos falangistas venidos expresamente de distintos puntos de España se han concentrado en la plaza de la iglesia de San Martín con pancartas y cánticos propios de la extrema derecha.