La Generalitat ya ha retirado 200.000 toneladas de residuos de los municipios afectados por las inundaciones gracias a un plan extraordinario con tres fases diferenciadas que ha permitido gestionar una cantidad sin precedentes de enseres y voluminosos.
La extracción de todas estas toneladas en las últimas semanas ha sido posible por el buen funcionamiento del dispositivo extraordinario activado la semana en la que se registraron las inundaciones por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio. Un trabajo ininterrumpido que ha permitido en menos de un mes retirar una cantidad de residuos superior a la de enseres y voluminosos generados en un año en la Comunitat Valenciana, 180.000 toneladas.
En el marco de este plan, el primer paso fue la creación de los Puntos de Acopio Local (PAL) con el objetivo de retirar de las calles los enseres y voluminosos acumulados. De estas zonas, cercanas a los cascos urbanos de los municipios, se están trasladando los residuos a los puntos de transferencia, donde son gestionados de manera más efectiva con maquinaria específica como las trituradoras. El objetivo es minimizar el impacto ambiental y sanitario en las comunidades afectadas.
Para retirar todos los enseres de estos PAL, en algunos municipios como Sedaví ya casi vacíos, se han activado una serie de rutas para su traslado a los cinco puntos de transferencia. Gran parte de estas se está realizando en horario nocturno con el objetivo de ofrecer una respuesta eficaz a una situación sin precedentes y un trabajo optimizado que funcione las 24 horas del día.
Los cinco puntos de transferencia son la planta de tratamiento de residuos de Hornillos en Quart de Poblet, una parcela sin uso en Manises, el punto de transferencia de Alfafar instalado en el antiguo campo de futbol, una campa en la vía de servicio de la pista de Silla en Catarroja y el punto de transferencia de Picassent, situado en la antigua cantera de la ladrillera Almudíver.
Por último, las toneladas de residuos son transportadas hasta los vertederos, donde permanecerán hasta que sea posible llevar a cabo los tratamientos correspondientes para su correcta gestión. Para ello, se ha realizado una ampliación de la capacidad de estos, implementado nuevas áreas en su entorno, lo que permite aumentar significativamente la cantidad de residuos que pueden ser almacenados de forma segura.