“València no quiere volver a ser el semáforo de Europa”. Con esta comparación comenzaba su intervención el alcalde de València, Joan Ribó, reivindicando las obras del Corredor Mediterráneo. El primer edil se refería al soterramiento de las vías y a la prolongación del Túnel de Serrería, una infraestructura básica para la seguridad de la ciudad y para no entorpecer el transporte de mercancías.
Ribó se pronunciaba así en los minutos previos al inicio de las jornadas 'El Corredor Mediterráneo y su impacto en las redes ferroviarias metropolitanas de los grandes nodos urbanos', organizadas por Ferrmed y que reivindican el papel de las ciudades como impulsoras de la infraestructura.
Para el alcalde es fundamental la creación de una estación intermodal y“muy importante analizar el papel del Corredor como articulador de las grandes ciudades” de la zona mediterránea “y evidentemente como articulador también en su conexión en Europa”.
El presidente de esta asociación, Joan Amorós, ha exigido que dejen de demorarse las obras y se acabe con el “apaño” del tercer hilo. “No podemos de ninguna manera permitir que, año tras año, se vaya atrasando las fechas. A primeros de año, se hablaba de tener el ancho internacional hasta Murcia para 2020. En Barcelona, en septiembre el ministro ya dijo que 2021, ya es un año más tarde. Las obras, que lógicamente tienen que venir de norte hacia sur, se acaban de empezar. Tenemos que empujar fuerte para que esto se acabe”, reivindica el presdiente de Ferrmed.