La herida abierta en el seno del Gobierno municipal de València como consecuencia de la la propuesta de los socialistas, aprobada con los votos de PP, Cs y Vox, para que el concejal de Movilidad y presidente de la EMT, Giuseppe Grezzi, se ausente de las comparecencias de los trabajadores de la empresa pública en el comisión de investigación de la estafa de 4 millones de euros, lejos de cerrarse, parece cada día más abierta.
El alcalde, Joan Ribó, evitó este jueves hablar de crisis, pero reconoció que la situación es grave teniendo en cuenta que ha sido la primera vez que los socios de Gobierno votan por separado y avanzó que estudiarían la situación y sus posibles consecuencias.
La primera de ellas se ha conocido este viernes tras la junta de Gobierno local en la que se ha aprobado que el representante del Ayuntamiento en la comisión delegada de la Marina de València, el órgano que gestiona el día de la entidad con dos representantes del Gobierno, uno de la Generalitat y otro del Consistorio, será el edil de Compromís, Carlos Galiana, tal y como ha avanzado Valencia Plaza.
Fuentes de Compromís han comentado que esta decisión nace de un acuerdo previo con los socialistas, condicionado a la creación de una segunda plaza mediante un cambio de estatutos del organismo, que iría para un concejal del PSPV.
De hecho, han asegurado que el alcalde ha convocado al consejo rector de la Marina de València para iniciar los trámites para crear esa segunda plaza en la comisión.
Sin embargo, fuentes socialistas han asegurado que la plaza de la Marina de València estaba ya adjudicada en el marco del Pacto del Rialto a la concejala de Turismo, Pilar Bernabá, al igual el pasado mandato fue para la entonces edil del ramo, Sandra Gómez. Y que una se vez se creara esa segunda plaza para el Ayuntamiento de València, se le adjudicaría a Galiana.
Sea como sea, habrá que esperar a la respuesta de los socialistas, quienes han votado en contra de la decisión en la junta de Gobierno. La tensión entre ambos socios va en aumento.