La exalcaldesa de Valencia Rita Barberá ha comparecido este martes en el mismo lugar, la sede del PP valenciano, 20 días después de anunciar que no dimitiría y 15 días después de negarse a acudir a una comisión de las Corts Valencianes a dar explicaciones. Barberá es senadora territorial, es decir, elegida por la Cámara autonómica, pero el Parlamento carece de mecanismos para obligarla a comparecer.
Barberá, que vuelve a hablar ante los medios apenas 24 horas después de que el juez levantara el secreto de sumario y se conociera la imputación del Partido Popular en Valencia, ha reiterado los argumentos expuestos hace apenas tres semanas, ya que ha apuntado que “no hay nada nuevo” más allá de las “filtraciones” que ya se conocían. La exprimera edil ha insistido en que “todo es absolutamente falso”, así como en que no está imputada “en nada”.
La única novedad, ha indicado, es que el titular del Juzgado de Instrucción numero 18 de Valencia le ofrece declarar de forma voluntaria. “Agradezco y acepto ese ofrecimiento, y colaboraré incondicionalmente con la Justicia”, ha anunciado Barberá, quien, sin embargo, ha eludido explicar si acudirá a declarar ante el juez o enviará un escrito de alegación. Tras insistir en que ni ha conocido, ni ordenado, ni colaborado en el blanqueo de dinero -“ningún dinero negro proviene de mí”, ha dicho-, y reiterar que no sabe nada sobre una posible caja B del PP, la senadora ha evitado confirmar que se presentará en el juzgado. “El juez nos ha dado veinte días, estudiaremos el sumario y decidiremos qué y cuándo hacerlo”, ha apuntado la exregidora a una pregunta en ese sentido. La exalcaldesa ha dejado caer en otro momento de la rueda de prensa que lo que pueda aportrar al juez es ya conocido, es decir, que ya lo ha argumentado públicamente en sus intentos de exculpación.
Antes de perderse en un pasaje victimista que ha rozado lo patético, -con una larga lista de supuestos casos de corrupción que han afectado o afectan al PSOE, una alusión a que el actual alcalde de Valencia, Joan Ribó, tiene ahora “algún problema”, en referencia a una denuncia del PP, y el recuerdo de que estuvo amenazada por ETA-, Barberá ha separado la actuación del juez, a quien ha agradecido el ofrecimiento de declarar, de la actitud del fiscal anticorrupción, de quien ha recordado que es el que pide su imputación.
Sobre Grau y Alcón, “no me voy a meter”
Por lo demás, Barberá, como ya hizo en su anterior conferencia de prensa, ha rechazado entrar en el fondo del caso de supuesta corrupción en el que se ve involucrada y ha rehusado opinar acerca de las grabaciones comprometedoras de la Guardia Civil en las que aparecen los exconcejales Alfonso Grau o María José Alcón. “En conversaciones familiares no me voy a meter”, ha dicho de unas grabaciones que la aluden directamente, al tiempo que puntualizaba que “cada uno declara lo que cree conveniente”, en referencia a ediles y asesores del PP que han pasado por el juzgado. Además, ha lamentado “profundamente” la imputación global del Partido Popular de Valencia, por supuesto blanqueo, un punto que ha dicho desconocer: “No tengo ni idea”.
La exalcaldesa ha insistido en que nunca ha tenido un cargo orgánico en el PP. “Se suponía que era como Dios, que estaba en todas partes”, ha ironizado, para asegurar que en el ayuntamiento “se delega y en la campaña hay un comité”. En cuanto al partido, ha resaltado: “El PP trabajaba para los valencianos, no para mí. No puedo tener ninguna responsabilidad”. Sobre su implicación directa en el supuesto blanqueo de fondos durante la campaña de las últimas elecciones, Barberá ha vuelto a confirmar que hizo una donación, como el resto de concejales, pero ha negado que deviolvieran el dinero. “Se me dice que el comité de campaña ha acordado que demos 1.000 euros y los doy”, ha resumido la senadora. “Son solo mil euros”
Barberá ha defendido a sus concejales en contraposición con las palabras de la líder de los populares valencianos, Isabel Bonig, que reclama sus cargos una vez confirmada su imputación. “Los indicios no dejan de ser indicios”, ha señalado. Su exjefa ha sido clara sobre la asunción de responsabilidades por sus antiguos compañeros: “Tienen que entregar el acta cuando lo mandan los Estatutos, como yo”. Es decir, cuando se abra juicio oral.
La exprimera edil ha reiterado que no piensa renunciar a su acta en el Senado, al tiempo que confirmaba que acudirá a la sesión de este martes en la Cámara Alta y aclaraba que no ha incurrido en ningún tipo de absentismo: “no había actividad”. Asimismo, reconocía que la pasada semana estuvo en Madrid. Barberá ha confirmado que ha hablado con Mariano Rajoy. “Sí”, ha respondido a la pregunta de si ha contactado con el presidente, “pero no voy a decir nada de conversaciones privadas que han sido muy amables”.
El 25 de febrero reconoció el donativo
En la conferencia de prensa del 25 de febrero ya se desvinculó de cualquier responsabilidad orgánica en el PP y, aunque confirmó haber donado 1.000 euros para la campaña de mayo de 2015, añadió que “no le fueron devueltos”. Barberá fue taxativa entonces: “No dimito, ni me lo planteo”. Este martes ha vuelto a repetirlo. La comparecencia reveló entonces que la exalcaldesa mantenía el contacto directo con el presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, lo que sirvió a Barberá para dar un tirón de orejas a la nueva presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, y a su equipo, a quienes atribuyó un comportamiento desleal al reaccionar ante el escándalo que afecta al grupo municipal y al conjunto de la organización propugnando una refundación. En esta segunda ocasión ha golpeado sobre el mismo clavo: insinuar que tiene el apoyo de Rajoy y desautorizar a Bonig, que dirige un partido corroído por la corrupción.