El diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Xavier Rius, ha defendido que la querella anunciada por el PP contra él por supuestas “irregularidades” en contrataciones del Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) se debe a que han “regularizado” la gestión y han “quitado las contrataciones a dedo”. “Si ese es el motivo que lleguen muchas”, ha aseverado.
Rius ha respondido así a preguntas de los periodistas en el acto de presentación de la exposición 'Fragments' en el MuVIM después de que, este pasado miércoles, la portavoz del PP en la Diputación, Mari Carmen Contelles, anunciara una querella contra el diputado por presuntos delitos de prevaricación, falsedad documental, malversación y tráfico de influencias al haber detectado supuestas “irregularidades” en la contratación de actores-mimos para la exposición permanente del MuVIM. Además, pidió al presidente de la corporación, Jorge Rodríguez, que destituya a Rius.
Así, Rius ha respondido que la querella la presentan “aquellos que durante muchos años establecieron una forma de funcionamiento en todas las estructuras denunciada, ya no por otros partidos políticos, sino por decenas y decenas de juzgados de todo el Estado, y especialmente en el País Valencià”. Además, ha asegurado que “los auspiciadores” de este procedimiento judicial “aplaudían la gestión de (Alfonso) Rus en la Diputación y la gestión de personas que ahora están en prisión”.
El diputado de Cultura ha dado su versión de lo ocurrido: “Lo que se hace es reabrir una permanente que se cierra por censura y para dañar al museo, y se garantiza una reforma y habilitar una sala permanente con garantías para la ciudadanía y regularizar mediante un concurso abierto la adjudicación que se tenía que haber hecho desde 2005”.
Ante la pregunta de por qué se tardó alrededor de un año y medio en regularizar la situación del contrato de los actores-mimos de la sala permanente del museo, el diputado ha señalado que el nuevo equipo de gobierno de la Diputación tomó posesión el 24 de julio, se nombró a la nueva dirección del MuVIM en octubre, y se planteó la reapertura de este espacio, pero la dirección trasladó que la sala estaba “muy deteriorada”.
A esto, el director del MuVIM, Rafael Company, ha añadido que la reforma comienza en mayo y en julio se abre la sala, “pero comprobamos que la empresa deja una permanente que no funciona”. “En agosto, septiembre y dos terceras partes de octubre hacemos pases algunos con gente y otros privados de prueba, porque la empresa dice que está bien y nosotros creemos que no funciona”, ha explicado.
“Se hizo un acta de recepción desfavorable en octubre de 2016. A partir de ahí no pagamos el servicio de mimos. Se le dice a la empresa que si quiere seguir haciendo pruebas que se apañe que nosotros no vamos a pagar un duro. Se ha buscado siempre ahorrarle dinero al contribuyente”, ha argumentado.
Más tarde, en vísperas de Navidad de 2016, “se consiguió constar dónde estaba el fallo y un año después de la apertura provisional la permanente empezó a funcionar con miedo”. “Cuando se constató que la exposición funcionaba se inició inmediatemente la regularización por concurso público. Como no se había hecho nunca, se tuvieron que elaborar los pliegos correspondientes. Los servicios de la Diputación tardan nueve meses en la tramitación y en vísperas de navidad de 2017 se pudo firmar”, ha agregado.
De este modo, ha sostenido que para localizar los fallos que seguían ocurriendo en la sala “fue imprescindible todo el trabajo de los mimos durante unos días agotadores, meses”.
10 años de gestión “en cuestión”
A esto, Rius ha añadido que “en ese tiempo que había dudas de si se podía abrir o no”, por lo que “obviamente no se consideró consecuente que saliera un concurso” y “mientras, se funcionó administrativamente como se había funcionado desde 2005”. “Si se ponen en cuestión esos meses de funcionamiento, se están poniendo en cuestión más de diez años de gestión de responsables 'populares', que es posible y siempre ha sido con las mismas personas, desde 2005”, ha criticado.
Finalmente, ha considerado “muy sintomático” que se presente una querella y no una denuncia. “Contelles sabe la diferencia porque ella sí fue imputada por un tema administrativo en 2016 y nadie le pidió que dimitiera”, ha comentado.
“A la vista de que está todo validado por la Intervención de la Diputación, habría llegado un archivo y ya está, pero con la querella sí puede ser que haya una instrucción”, ha concluido.