El juicio del 'caso Gürtel' en la Audiencia Nacional se ha reanudado este martes, tras la pausa veraniega, con la declaración por videoconferencia de Susana Fayos, secretaria particular de Francisco Camps en el Palau de la Generalitat y actualmente asesora en la oficina del expresidente. El testimonio de Fayos, quien ha afirmado que no mantiene relación de amistad con el acusado, ha tratado de torpedear la acusación de Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano, y de Álvaro Pérez 'El Bigotes', ambos acusados en la causa que han alcanzado un pacto de conformidad con la Fiscalía Anticorrupción.
La testigo, cuya declaración fue solicitada por la defensa de Francisco Camps, ha explicado que se encargaba de las llamadas y de las agendas del entonces president de la Generalitat Valenciana, entre 2002 y su dimisión en 2011. Susana Fayos ha declarado que cuando estalló el 'caso Gürtel' repasó si El Bigotes figuraba entre los contactos de Camps. “Cuando aparecieron las primeras noticias en prensa, yo no sabía quién era este señor [Álvaro Pérez] y lo que hice fue consultar todas mis bases de datos, las agendas, las llamadas, los escritos y las felicitaciones de navidad”, ha recordado.
La testigo ha reconocido que en una de las agendas figuraba el número de teléfono móvil del Bigotes pero ha matizado que “no tenía llamadas entrantes o salientes ni ningún escrito”. Las agendas del expresidente autonómico se desglosaban en sus contactos privados y personales, públicos y de partido. “Entiendo que ese número de teléfono lo tenía por la agenda de partido”, ha apostillado.
Fayos también ha dicho que no vio nunca a Álvaro Pérez por el Palau de la Generalitat, contradiciendo así la versión de Ricardo Costa según la cual comió “muchísimas veces” con el delegado de Gürtel y con Camps en el salón dorado de la sede institucional del Ejecutivo valenciano. “Si lo hubiera visto, lo hubiera reconocido”, ha asegurado. También ha afirmado que El Bigotes no figuraba en ninguno de los registros de visita.
La mujer ha negado categóricamente la versión de Costa, alegando que “no es posible” debido a la “máxima protección de patrimonio” del salón dorado del Palau de la Generalitat. “Este tipo de reuniones que se pueden haber dado son en el despacho del presidente y no he visto nunca a Álvaro Pérez en el despacho del presidente”, ha agregado.
La secretaria de Camps ha negado que el expresidente mantuviera conversaciones telefónicas con Álvaro Pérez. La mujer ha aclarado que las amistosas llamadas entre el expresidente valenciano y El Bigotes las conoce “por la prensa”. También ha declarado que no milita en el PP y que asistió a tres actos del partido acompañando a Camps “pero más como a nivel institucional que político”.
La declaración de Fayos denotaba que había repasado minuciosamente las agendas que aún conserva, aunque el tribunal le ha impedido consultarlas mientras prestaba testimonio como testigo al tratarse de un “documento publico” que no está incorporado a la causa, según ha dicho el presidente del tribunal, el magistrado José Antonio Mora.
El abogado de Camps, el penalista Pablo Delgado, le ha preguntado por fechas concretas de hace 15 años. La testigo ha desglosado los pasos de Camps durante una de las jornadas clave (el 14 de marzo del 2008, día del enlace nupcial del Bigotes). Fayos ha explicado que ese día, tras una reunión del Consell, su jefe acudió a una inauguración en Alzira y aprovechó para participar en actos falleros. Mas tarde, se trasladó al convite de la boda de Álvaro Pérez. Sin embargo, en la agenda que controlaba Fayos figuraba una “franja horaria con un bloqueo por el partido, de Ricardo Costa [entonces secretario general]”.
Las líneas generales de la declaración de la testigo coinciden con la versión de su jefe, quien se escudó en que su relación con El Bigotes era puramente profesional por asuntos partidistas vinculados al PP. La defensa de Camps ha preguntado a la testigo por varias fechas concretas para intentar debilitar la versión de la Fiscalía Anticorrupción que apuntala la acusación.
La secretaria particular de Camps ha dudado de que el expresidente acudiera a la farmacia de su mujer, situada en la céntrica plaza del Ayuntamiento, aduciendo problemas organizativos con los coches oficiales y la seguridad. “No se encontraba cómodo siendo tan visible, procuraba hacer los trayectos justos, de su casa al Palau y del Palau a los actos”, ha afirmado.
Fraccionamiento “a toro pasado”
Por otro lado, en la sesión de este martes también ha declarado Aranzazu Conejos, funcionaria de la subsecretaría de la Conselleria de Sanitat cuando se adjudicaron varios contratos a Orange Market. La testigo ha confirmado las visitas del personal de la filial de Gürtel en Valencia: “Tenían un aspecto muy peculiar, llamaban la atención”.
La mujer también ha asegurado que la visita no figuraba en la agenda oficial y que si “acudirían a esa empresa” para adjudicarle contratos “es porque alguien les dijo que lo hicieran, eran conocidos”.
El último testigo ha sido Pedro José Ferrer, antiguo interventor delegado del departamento autonómico de Bienestar Social cuando la acusada Alicia de Miguel era consellera. Al testigo se le ha exhibido un informe en el que sostenía que hubo fraccionamiento de contratos en las adjudicaciones a Orange Market. Sin embargo, no recordaba haber elaborado el documento a tenor del tempo transcurrido. “El burro es pardo cuando tengo los pelos en la mano”, ha dicho, dos veces, el testigo.
Cuando la fiscal anticorrupción ha insistido en preguntarle si hubo fraccionamiento, el hombre ha contestado: “A toro pasado, todos somos toreros”.