El guardia de seguridad que denegó el acceso al Arenal Sound con banderas republicanas defiende que fue para “impedir altercados”

El pasado domingo concluía en Benicàssim el Arenal Sound, y lo hacía con polémica después de que varios usuarios denunciaran en redes sociales que la seguridad del certamen no permitió el acceso al recinto con banderas republicanas y símbolos antifascistas. Esta polémica provocó el despido de los dos guardias que protagonizaron la controversia.

Uno de estos dos agentes asegura que la razón por la que no permitieron el paso de la enseña republicana -según explican, tampoco permitieron el paso de la bandera de España con el águila de San Juan utilizada durante el franquismo- fue para “impedir altercados”. Además, se justifica explicando que una de las normas del recinto y del manual de seguridad consta que no se puede acceder con símbolos “que inciten a la violencia”. “Puesto que hay distintos pensamientos y ciñéndome a las normas, se les invitó a guardar su bandera para que la recogieran a la salida sin ningún problema”, sostiene.

Así, según el manual no está permitido el “acceso a los espectáculos públicos, actividades recreativas y establecimientos públicos de personas que exhiban prendas, símbolos u objetos que inciten a realizar actividades contrarias a los derechos fundamentales reconocidos en la Constitución Española y, en especial, que promuevan la violencia, xenofobia o a la discriminación”.

En cuanto a las normas de acceso al recinto recogen que no se permitirá el acceso a quien lleve ropa o símbolos “que inciten a la violencia, el racismo o la xenofobia” según marca la ley.

Además, el guardia despedido mantiene que un alférez de la Guardia Civil les dijo que esas banderas “no podían entrar al recinto para evitar que se produjeran altercados”, lo que provocó que fuera expulsado “de malas maneras”. “Los coordinadores me dijeron: 'por tus payasadas hemos salido en la prensa y somos noticia, ya has conseguido lo que querías'”, relata, y prosigue: “lo que da a entender que en vez de seguir las normas de seguridad y del recinto, lo único que les preocupaba era no salir en las noticias en vez de hacer el trabajo bien y ciñéndome a las normas”.

18 horas diarias de trabajo

De igual modo, denuncia que la empresa de seguridad Seycu “nos tuvo trabajando dieciocho horas seguidas”, lo que provocó que uno de sus compañeros “se desmayara, lo que es normal, dieciocho horas al día sin dormir ni comer casi nada porque no nos hacían ni relevos para comer”. “Incluso había días que ni comía y como mucho tres o cuatro veces al día nos traían una botellita pequeña para beber”.