La Comunitat Valenciana es una de las autonomías que más intervenciones quirúrgicas realiza en los partos. El análisis estadístico de la última década del siglo XXI la sitúa a la cabeza del Estado español, y las cifras apenas varían en los últimos años. En 2023 los hospitales de la red pública valenciana realizaron 6.960 cesáreas, una cifra casi idéntica a la de 2022, cuando se realizaron 6.696 intervenciones de este calibre. Ese año la Conselleria de Sanidad registró 27.556 nacimientos, mientras que en 2023, a falta de los datos de diciembre, se han registrado 25.269.
En comparación con el mismo periodo (enero-diciembre), apenas hay un centenar de nacimientos de diferencia, por lo que la previsión es que la estadística resulte prácticamente idéntica. Son un 24% de los nacimientos en 2022 y, aplicando la proyección, en 2023 habrían subido al 25,3%, un porcentaje muy por encima de lo que recomienda la Organización Mundial de la Salud, que apunta que la tasa ideal oscila entre el 10% y el 15% de cesáreas entre el total de partos. La OMS recalca que la la intervención es necesaria cuando el parto vaginal suponga un riesgo (un parto prolongado, sufrimiento fetal o presentación anómala), pero recalca que la cirugía realizada sin que existan indicaciones clínicas puede suponer un riesgo para la salud de madres y descendientes. Por ello se fija un objetivo de reducción y se encuentra entre los indicadores de evaluación de los hospitales está el porcentaje de cesáreas.
La tasa de cesáreas de 2022 fue del 24,3% de los partos totales en los hospitales públicos. 2023, a falta de completar el último mes del año, va por el mismo camino, con idénticas intervenciones realizadas. Los datos de este último año corresponden a una respuesta parlamentaria a la diputada de Compromís Mónica Álvaro, que preguntó al departamento que dirige Marciano Gómez por las intervenciones realizadas en atención a la maternidad y pidió la clasificación por hospitales, como consta en la memoria de la Conselleria. Esta respuesta no contempla los centros de titularidad privada.
En los hospitales hay diferencias notables. Si bien el análisis entre sanidad pública y privada arroja que las intervenciones son mucho más frecuentes en la segunda, que duplica las tasas de la primera, también hay algunas diferencias entre los centros públicos. Con todo, en la red pública la cifra ha mejorado ligeramente: en 2018 era del 30%, según el Instituto Nacional de Estadística.
Los hospitales con menos intervenciones quirúrgicas en proporción a los nacimientos son el hospital de La Plana y Manises, con cerca de un 18% y un 13%, respectivamente. El primero es de gestión pública y el segundo de gestión privatizada, a cargo de Sanitas, cuya reversión está prevista para el próximo mes de mayo. Ambos cuentan con espacios específicos en el área de obstetricia dedicados a la atención del parto natural. Precisamente este indicador fue el que hizo que Sanidad seleccionara La Plana para un proyecto piloto de 'casa de nacimientos', un espacio anexo a la unidad de maternidad para los partos que no requieren intervención médica y que el Ejecutivo autonómico ha paralizado en los últimos presupuestos.
Por contra, el hospital de Ontinyent roza el 42% de cesáreas, con 188 nacimientos de enero a noviembre y 88 intervenciones en todo el año. En el hospital de Dénia, con la gestión privatizada hasta el año pasado, las cesáreas suponen el 34%, como en el hospital Francisco de Borja, en Gandía. Las estadísticas de Ontinyent son una constante: lideraba el ranking en 2016 con un 39% y en 2020 tuvo un 43% de intervenciones quirúrgicas respecto al total de nacimientos.
Pese a que las cifras del sistema público son notablemente superiores a las recomendaciones de la OMS, la sanidad privada valenciana las supera con creces. Como ya informó este diario, la sanidad privada convierte a la Comunitat Valenciana en el territorio con más cesáreas: centros como el Perpetuo Socorro de Alicante (Vithas) tienen una tasa del 60,8% respecto al total de partos, la más alta del país, seguida del hospital Medimar, del mismo grupo y en la misma ciudad, que tiene una tasa del 57,7% de cesáreas. El análisis incluye los nacimientos comprendidos entre 2010 y 2020. Entre las probabilidades de tener un parto quirúrgico influye la edad de la gestante, pero, según los datos recabados por elDiario.es en el citado periodo, parir en un centro privado influye mucho más en la posibilidad de tener una cesárea que la edad.
Profesionales sanitarios han reclamado revisar los indicadores por el retraso de la edad de maternidad en los países occidentales, una de las causas que explican el aumento de cesáreas. Con todo, otros apuntan a una cultura de la medicalización del parto, una programación e inducción ante la falta de equipos médicos estables y la atención en urgencias y a un temor de los sanitarios a arriesgarse a que haya complicaciones durante el nacimiento.