Sonia Castedo dará a luz a su segundo hijo en las próximas horas y será sustituido, hasta su reincorporación al trabajo, por Andrés Llorens, concejal de Presidencia, Atención Urbana, Plaza de Toros y Fiestas. Un imputado sustituye a otro imputado.
Castedo esté siendo investigada en el marco del caso 'Brugal', una supuesta y amplia trama de corrupción que habría comprado voluntades para modificar la planificación urbanística de la ciudad. Tanto ella como su predecesor en la alcaldía, Luis Díaz Alperi, están imputados por delitos de revelación de información privilegiada, tráfico de influencias y cohecho.
Un informe de hacienda enviado al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana también vincula a Castedo con la trama Gürtel. La alcaldesa, cuya relación con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, es gélida, podría abandonar su escaño en las Corts Valencianes, al que apenas acude, en breve.
Llorens, por su parte, está imputado por adjudicar unas obras cuando éstas ya habían finalizado. Concretamente, el modificado parcial de la Plaza de Magallanes, en el barrio de la Florida. La empresa que se llevó el encargo era la misma que hizo, en un primer momento, el grueso de la reforma. El caso, denunciado por el PSOE ante la Fiscalía, podría constituir un delito de prevaricación y falsedad documental.
¿Y la línea roja de Fabra?
El nombramiento de Llorens ha sido interpretado como un nuevo desaire de Castedo a Fabra y su oscilante línea roja, la doctrina por la cual los políticos del PP bajo sospecha de corrupción deben ser apartados de los cargos públicos. Mientras, con Castedo o sin ella, el Ayuntamiento de Alicante sigue en quiebra.