Facsa lidera un proyecto que reutiliza las aguas urbanas para el sector cerámico
La escasez del agua y los problemas para suministrar a las poblaciones representa uno de los desafíos medioambientales más inmediatos para la humanidad. Es por ello que cada vez más empresas apuestan por la creación de sistemas innovadores que permitan reutilizar al máximo las aguas del entorno. En este sentido, la empresa castellonense Facsa -empresa especializada en la gestión del Ciclo Integral del Agua- ha liderado un proyecto financiado por la Agència Valenciana de la Innovació que busca dar un nuevo uso a las aguas residuales urbanas.
La iniciativa, bajo el nombre Rewacer, quiere implementar un pionero modelo de economía circular en la provincia de Castelló. Así, en 2019, inició el proyecto para la puesta en marcha de un estudio piloto en dos Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales Urbanas (EDAR) con el fin de abastecer la demanda de agua del sector industrial cerámico (principal sector de la provincia) con el efluente secundario de las depuradoras, garantizando así su recuperación mediante la implementación de tratamientos de regeneración adecuados para su reutilización.
La técnico de proyectos I+D+i de Facsa, Isabel Tormos, explica que lo primero que hicieron fue analizar la calidad de las aguas de las depuradoras para comprobar cuáles eran las que cumplían “con las características específicas” que debía tener el agua para el sector cerámico. Tras su análisis en laboratorios, se decidió que la calidad del agua de las depuradoras de l’Alcora y Castelló de la Plana eran “óptimas” para llevar a cabo este proyecto que ha contado con la colaboración de empresas cerámicas como Euroarce del grupo Samca y Estudio Cerámico, quienes han validado las aguas tratadas en el campo de la producción de la pasta blanca, esmaltes y engobes en la cerámica.
En el proyecto, que finalizó en diciembre de 2020, también participaron el Instituto Universitario de Tecnología Cerámica y el Instituto Tecnológico de la Energía. El primero, además de aportar el know-how del proceso cerámico y realizar diferentes ensayos para producción de productos cerámicos de pasta roja a escala laboratorio, también estudió el impacto ambiental de Rewacer con resultados muy positivos. Por otra parte, el ITE, desarrolló un carbón activo sostenible a partir de restos de poda capaz de retener los compuestos orgánicos como un pretratamiento de las tecnologías instaladas. Rewacer también ha contado con la colaboración de los ayuntamientos de l’Alcora y de Castelló de la Plana.
“El presente proyecto ha resultado que, con las aguas del efluente secundario, hemos podido generar azulejos elaborados al 100% con agua regenerada, tanto pasando por sus tipologías de pasta como por el esmalte”, asegura la técnico de Facsa, Paloma Torrent. Así, añade que, aunque el estudio se ha validado en la EDAR de l’Alcora y en la de Castelló, los resultados obtenidos son “totalmente extrapolables” a cualquier Estación Depuradora de Aguas Residuales. Tal como apuntan, este ejemplo validado de economía circular podría ser replicado en un futuro para crear una red de abastecimiento para el sector cerámico desde distintas EDAR de la provincia garantizando así las vidas futuras de las aguas.
La escasez del agua y los problemas para suministrar a las poblaciones representa uno de los desafíos medioambientales más inmediatos para la humanidad. Es por ello que cada vez más empresas apuestan por la creación de sistemas innovadores que permitan reutilizar al máximo las aguas del entorno. En este sentido, la empresa castellonense Facsa -empresa especializada en la gestión del Ciclo Integral del Agua- ha liderado un proyecto financiado por la Agència Valenciana de la Innovació que busca dar un nuevo uso a las aguas residuales urbanas.
La iniciativa, bajo el nombre Rewacer, quiere implementar un pionero modelo de economía circular en la provincia de Castelló. Así, en 2019, inició el proyecto para la puesta en marcha de un estudio piloto en dos Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales Urbanas (EDAR) con el fin de abastecer la demanda de agua del sector industrial cerámico (principal sector de la provincia) con el efluente secundario de las depuradoras, garantizando así su recuperación mediante la implementación de tratamientos de regeneración adecuados para su reutilización.