Rita Barberá está en el ojo del huracán por la contratación de Iñaki Urdangarín. La oposición señala a la alcaldesa de Valencia como responsable de la ramificación valenciana del caso Nóos después de la imputación de su número 2 y del auto que apunta que su responsabilidad se debería haber investigado a fondo.
Barberá, como el PP valenciano y estatal, con malas perspectivas electorales, se mostró apenada el viernes tras conocer la imputación de Alfonso Grau. Parte de la oposición se mostró enfurecida. “Ella es la responsable política última del caso Nóos”, ha dicho Ximo Puig, candidato del PSPV-PSOE a la Generalitat.
“Fue ella la que se hizo las fotos con Urdangarín, es Barberá la que hizo el cohecho fotográfico”, insiste Puig. El vicealcalde de Valencia está imputado a petición del PSPV y del pseudosindicato ultra Manos Limpias por la relación de Urdangarín con Valencia Convention Bureau, una empresa privada pero controlada por el ayuntamiento de la ciudad.
Esta empresa, presidida por Grau, pagó al Instituto Nóos, la empresa de Iñaki Urdangarín, 3,6 millones de euros por la organización de varios congresos deportivos que sólo costaron 910.600 euros. “Es evidente que la responsabilidad política la tiene la alcaldesa, que es la que ha estado detrás de todas las decisiones, la que las ha impulsado y orientado”, asegura Joan Calabuig, líder del PSPV en Valencia.
Los socialistas, EU y Compromís pidieron la dimisión de Grau. Joan Ribó, portavoz de la coalición valencianista, también recordó que las “maniobras” de Urdangarín en Valencia “eran conocidas por las altas instancias de la Generalitat y por la misma alcaldesa”. Rita, sin embargo, no se da por aludida: ya en su día alegó que fue engañada por el yerno del entonces rey.