El alcalde de València, Joan Ribó, y el concejal de Hacienda, Borja Sanjuán, han presentado este lunes unos presupuestos municipales para el año 2023 que por segunda vez superan la barrera de los 1.000 millones de euros. En concreto, se trata de los más altos de la historia con 1.042 millones de euros, un 3% más que los del presente ejercicio principalmente por el aumento de las transferencias del Estado y por los fondos Next Generation.
Tal y como ha destacado Sanjuán, desde el año 2015 en el que se produjo el cambio de Gobierno en el Consistorio las cuentas municipales han subido 41% y al mismo tiempo la deuda ha descendido un 71%, con una prvisión de cara a final de año de 230 millones de euros, un 24,6% del presupuesto, cinco puntos y medio por debajo del límite del 30% que marca la ley. En el año 2012 el Ayuntamiento Gobernado por la exalcadesa fallecida Rita Barberá (PP) acumuló una deuda de 964 millones de euros.
En la partida de gastos de gastos destaca el incremento del 2,5% del gasto de personal hasta los 338,8 millones de euros, mientras el gasto corriente se eleva a 30,4 millones, un 6,4% más pricipalmente por el aumento del precio del gasoil o de la electricidad. Así, solo el aumento de la factura de la luz supone para el Ayuntamiento un gasto extra de 7,2 millones de euros.
Por otra parte, el Ayuntamiento asume sin repercutirlo a la ciudadanía los 4,6 millones de euros del nuevo impuesto estatal en material de residuos y transfiere 76,4 millones de euros a la Empresa Municipal de Transportes (EMT), 2,5 millones más, en una situación que “no es anormal porque coincide con la de otras empresas municipales de transportes por la gratuidad de los billetes que no ha sido compensada por el Gobierno y por el aumento de los costes de explotación, pero que sí es delicada”, ha reconodio el alcalde.
En cuanto a los ingresos, en materia de impuestos se reduce levemente (un 0,2%) la previsión debido a que se han congelado y se espera una menor recaudación en el impuesto de bienes inmuebles y en el de circulación. Por contra, se espera un incremento de 1 millones de euros en el impuesto de actividades económicas y un leve aumento también el de obras y construcciones al haber una mayor actividad económica en la ciudad.
Así, se esperan ingresos de adicionales de 23 millones de euros por los fondos Next Generation, de 5,7 millones vinculados al plan Edificant de la Generalitat para nuevos colegios y adicionalmente el Ayuntamiento recurre a un crédito de 35 millones de euros, principalmente para hacer frente a la primera anualidad de 31,4 millones de euros correspondiente al canal de acceso ferroviario, para el cual cuya ejecución ya se han presentado cinco uniones temporales de empresas (Ute).