València certifica que el soterramiento de la ronda norte en Benimaclet es factible y costaría 50 millones

Una enorme zona verde que sirva como transición entre el barrio de Benimaclet y la huerta aledaña al otro lado de la ronda norte. Esta es la propuesta que realizó a finales de octubre la asociación de vecinos del barrio para que se incluya en el Programa de Actuación Integrado (PAI) cuya redacción adjudicó la empresa municipal AUMSA el pasado mes de junio al equipo profesional Ezquiaga Arquitectura, Societat i Territori, SL, liderado por el arquitecto José María Ezquiaga.

La propuesta incluye el soterramiento del tramo de la ronda norte entre el camino de Farinós y el camino de las Fuentes para construir el gran parque, algo que hace meses que viene reivindicando la entidad vecinal. La Concejalía de Desarrollo Urbano que dirige la vicealcaldesa, Sandra Gómez, rechaza esta opción al considerar que supone un agravio con el resto de barrios por los que discurren las rondas norte y sur, mientras el alcalde, Joan Ribó, no la ve con malos ojos, pero reconoció que a corto plazo es difícil de asumir por el alto coste que supondría.

En su momento, cuando surgió el debate sobre la viabilidad del proyecto, la Concejalía de Movilidad Sostenible encargó un anteproyecto con un coste de 15.000 euros con el objetivo de estudiar la viabilidad técnica y los costes.

El documento que ya está finalizado y que concuye que el soterramiento es factible, aunque con elevado coste, en concreto unos 50 millones de euros. Así, recuperando la continuidad del camí de Farinós y el de Les Fonts, el soterramiento de la ronda norte a su paso por Benimaclet (atendiendo tanto a la máxima apuntada por el Pla de l’Horta sobre la conectividad de la bolsas de suelo agrícola como al deseo de las entidades vecinales de Benimaclet) es posible y se podría realizar sin afección al tráfico, facilitando la movilidad peatonal hacia y desde la huerta y conectando este espacio natural con la trama urbana.

Así lo atestigua el estudio encargado por el Ayuntamiento a la consultora Typsa, que certifica que el soterramiento de 602’5 metros de la Ronda Norte con la posibilidad de restaurar sobre ella terreno agrícola es técnicamente factible. La longitud total de la actuación sería de 860 metros, incluyendo las rampas desde y hacia la plataforma vial inferior, sobre la cual se establecería una cubierta ajardinada con cobertura suficiente para la plantación de árboles de gran porte, en la que serían compatibles tanto la recuperación de suelo agrícola como zonas ajardinadas e itinerarios peatonales y ciclistas.

Por lo que respecta a la sección inferior, el tráfico rodado dispondría de tres carriles por sentido, con un ancho libre de 22 metros y un gálibo mínimo 5 metros. La solución estructural propuesta por la consultora necesitaría de sendos muros pantalla laterales de 22,75 metros de longitud y 1 metro de espesor, apoyo en mediana mediante pilas-pilote de 1 m de diámetro, una losa de fondo de 1 m de espesor y otra de cubierta de 1,5 m de espesor, más que suficiente para evitar cualquier filtración de la cubierta vegetal superior.

Una actuación acorde a la Capitalidad Verde Europea

El proyecto, que encaja transversalmente en varios de los planes actualmente en marcha en el Ayuntamiento, como la Missió Climàtica València 2030, la Estratègia Urbana València 2030, el Pla Verd o el de Agricultures Urbanes, y por sus características podría ser una de las actuaciones a llevar adelante en el marco de la capitalidad Verde Europea.

Según el estudio, requeriría de una inversión de 50 millones de euros (más IVA), cuya financiación podría obtenerse parcialmente de fondos europeos destinados a la descarbonización y la adaptación al cambio climático (su coincidencia con los objetivos que marca la Unión Europea ha posibilitado que la UE se esté haciendo cargo de hasta el 90% de los costes de muchos de los proyectos que está realizando la concejalía de Movilidad Sostenible en la actualidad); repercutirse a la carga urbanística del PAI de Benimaclet en lo que toca a la huerta pública de la superficie; y de las administraciones estatal, autonómica y provincial dentro de su participación en la consolidación de la transformación verde del área metropolitana y la capitalidad verde europea.

Los resultados del estudio ya han sido trasladados por el Consistorio a la Asociación de Vecinos de Benimaclet, que durante años ha liderado esta demanda y ha recibido con satisfacción los resultados.

Los principales condicionantes técnicos de la actuación, apunta el estudio, son las características geotécnicas del terreno que conducen a soluciones continuas para la contención (se trata de un terreno blando con un nivel freático alto), lo que dificulta la excavación y requieren de una especial atención del agotamiento de los vaciados, así como de las necesidades de estanqueidad de las juntas, tanto durante las obras como durante el servicio.

Esto se resuelve con el uso de soluciones monolíticas que resistan las subpresiones por su simple peso y faciliten el sellado de las vías de penetración de agua. La ejecución, en cualquier caso, se podría realizar por fases para permitir el mantenimiento del tráfico en la ronda durante la ejecución de las obras.