El Gobierno valenciano, entonces del PP y de Vox, celebró el pasado 10 de noviembre, en su sentido más literal, la derogación de la tasa turística aprobada por el anterior Gobierno del Pacto del Botánico mediante una ley en las Corts Valencianes, pero con una moratoria que suspendía su puesta en marcha hasta el presente ejercicio. Además, su aplicación dependía de la voluntad de cada municipio.
En el caso de València, el anterior equipo de Gobierno municipal formado por Compromís y por el PSPV se mostró favorable a implantarla, tal y como acordó en una moción aprobada en el pleno del 18 de noviembre del año pasado. Pero con el cambio de color político al frente del Ayuntamiento tras la llegada del PP y de Vox al ejecutivo, con la alcaldesa María José Catalá a la cabeza, nunca llegó a ejecutarse, máxime tras derogarse la ley en las Corts.
Según la derogada ley, el importe de la tasa oscilaba entre los 0'5 euros al día en las pensiones, 1 euro para apartamentos de categoría primera y hoteles de una, dos y tres estrellas y 1'5 euros por apartamento de categoría superior y hoteles de cuatro y cinco estrellas.
El portavoz de Compromís en las Corts Valencianes, Joan Baldoví, planteó este miércoles la necesidad de aplicar una tasa turística en la Comunitat Valenciana, tal como se hace de forma generalizada en Europa, que suele estar en torno a los dos euros por noche.
De esta forma, con los datos de pernoctaciones que ha registrado la ciudad de enero a junio del presente año, que según la fundación Visit Valencia, suponen un incremento de un 14,7%, la ciudad podría cerrar el año con 6,2 millones de pernoctaciones, por lo que el Ayuntamiento podría recaudar entre 3,2 y 9,3 millones de euros. Si la tasa fuera de 2 euros se alcanzarían los 12,4 millones de euros.
En el caso de la Comunitat Valenciana, según Baldoví, en el periodo de los 12 meses del presente año se habrán producido en todo el territorio unos 54 millones de pernoctaciones: “A 2 euros de tasa turística serían 109 millones de euros que podrían distribuirse en los pueblos y ciudades y que servirían para pagar 5.000 ayudas al alquiler que ha dejado de subvencionar el Gobierno de Mazón en ganancia por no hacer previsión de presupuesto; o supondrían 2.000 médicos más; o 2.500 maestros y profesorado más”.
El portavoz de los valencianistas ha añadido que “el modelo turístico de Carlos Mazón nos aboca a la masificación y problemas en las zonas turísticas relacionados con los centros de salud, la presión en abastecimiento de agua o más presión en el precio de las viviendas” y se ha preguntado quién tiene que pagar “todo este sobrecoste” que generan los turistas: “Según Mazón las valencianas y los valencianos” explicó.
“Nuestro modelo es razonable: que la factura de esos gastos la pagan los propios turistas mediante una tasa turística. Nosotros cuando hacemos turismo pagamos la tasa turística y aquí también se tendría que cobrar esa tasa para paliar los evidentes gastos que se generan con la masificación turística”, dijo el síndic de Compromís.