Exceso de velocidad y conducción bajo los efectos del alcohol. Estas son dos de las principales causas de los accidentes de tráfico en las que el Ayuntamiento de Valencia tiene previsto incidir con un aumento de controles para tratar de frenar los siniestros.
Así, según han informado fuentes municipales a eldiario.es, el Consistorio acaba de aprobar la compra de dos nuevos foto-radares que se unirán a los tres de los que ya dispone la Policía Local.
Las mismas fuentes han estimado que los nuevos dispositivos estarán operativos antes de final de año y que se informará de su ubicación a través de las redes sociales, tal y como se viene haciendo hasta ahora.
Al respecto, han insistido en que el objetivo no es recuadatorio, sino lograr que se reduzca la velocidad en zonas conflictivas por su alta siniestralidad, como por ejemplo la avenida Pérez Galdós.
Con todo, pese a informar de la situación de los radares, las sanciones por exceso de velocidad se han incrementado sensiblemente.
Tal y como avanzó este diario, los dispositivos han cazado en el primer semestre de este año a 3.326 conductores pisando el acelerador más de la cuenta en Valencia ciudad, un 55% más que en el mismo período del año pasado.
Un 35% de las denuncias son por ir a más de 30 kilómetros por hora en el centro histórico, infracción que ha empezado a sancionarse este año y que ha contribuido al aumento.
Las multas pueden ir de 100 a 600 euros y la retirada de 2 a 6 puntos del permiso de conducir, e incluso acabar en juicio si se supera el límite de velocidad en más del doble.
El Ayuntamiento ha aprobado también la compra de nuevos etilómetros para poder incrementar los controles de alcoholemia.
El objetivo final de todas estas medidas es frenar el número de accidentes en la ciudad.
Y es que, en los seis primeros meses del año se han producido un total de 4.228 accidentes de tráfico en Valencia, un 5% más que en el mismo periodo del año anterior.