El nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Valencia que dirige Joan Ribó (Compromís) quiere acabar con el dudoso honor que sitúa a la ciudad como la número uno en contaminación lumínica de España, y una de las primeras de Europa.
Así lo refleja un estudio de la Universidad Complutense de Madrid, según el cual, la capital valenciana está a la cabeza en cuanto a intensidad por metro cuadrado, seguida de Madrid, Barcelona y Sevilla.
Según el mencionado estudio, el incremento del gasto en el alumbrado público en Valencia se multiplicó por dos entre el año 1990 y el 2000 y de nuevo por dos entre el 2000 y el 2007.
Estos datos reflejan una de las mayores obsesiones de Rita Barberá durante sus años como alcaldesa, quien tras acceder a la Alcaldía en 1991, llenó las calles de Valencia de farolas, para después en plenas crisis económica lanzar un plan de ahorro basado en apagar parte de ellas.
De esta forma, mientras la población valenciana ha crecido en torno a un 2,5% en este período de tiempo, en veinte años el gasto energético se ha disparado un 400%.
Además, la capital valenciana tiene un gasto en iluminación pública por habitante y año de 137 Kilovatios, el doble que Madrid o Barcelona y cuatro veces más que algunas ciudades alemanas u holandesas.
En este sentido, según el último anuario estadístico de la ciudad, en el año 2014 Valencia contaba con 107.923 puntos de luz (entre farolas, focos y semáforos) con un gasto total de 12,7 millones de euros.
Según los expertos de la Complutense, uno de los motivos por los que la contaminación lumínica es tan elevada en la ciudad es por sus farolas de tipo globo, que en lugar de iluminar exclusivamente al suelo, dejan escapar todo el haz de luz en todas las direcciones.
Una situación que se puede observar a la perfección en unas imágenes captadas por la Agencia Espacial Europea en 2013.
Para tratar de suavizar esta situación, el alcalde de València, Joan Ribó, junto al concejal de Gobierno Interior, Sergi Campillo, explicarán este miércoles en rueda de prensa el Plan de Eficiencia Lumínica de València y abordarán el crédito del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) para la renovación del alumbrado más contaminante.