Carpetazo definitivo al proyecto de estación central subterránea diseñada por el arquitecto César Portela y presentada hace nueve años como parte de la operación del Parque Central de València.
Fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) han informado a elDiario.es que “el proyecto de la estación central deberá adaptarse al aumento de la demanda derivado de la liberalización de los servicios ferroviarios de viajeros, incrementando el número de vías”.
Además, “es necesario actualizar todo lo relativo a cambios normativos y otros requisitos que se exigen actualmente en los proyectos” por lo que “la redacción de ese proyecto será independiente del que se realizó en 2013, conforme a la solución que Adif acuerde con un nuevo proyectista, en el contexto de un proceso de contratación pública”.
Como ya informó este diario, Adif tenía decidido encargar un nuevo proyecto, aunque quedaba la duda de si se trataba de adaptar el de Portela a las nuevas exigencias, o si por el contrario, se iba a partir de cero, como así han confirmado las fuentes consultadas.
De esta forma, se abre un nuevo escenario que posibilita debatir de nuevo el papel que jugará la actual estación del Norte, junto a la que se había proyectado un enorme edificio con una galería comercial y un aparcamiento.
En concreto, el proyecto de Portela incluía “un gran edificio situado entre la Gran Vía de Germanías y el edificio de la estación actual”. Este nuevo edificio albergaría “la mayor parte de accesos y salidas de las nuevas instalaciones y los servicios de apoyo de la estación”, además de “un aprovechamiento de uso terciario compatible a desarrollar en el conjunto formado por la estación actual y su ampliación”.
La estación central es una infraestructura clave puesto que enlazará el canal de acceso ferroviario con el túnel pasante, de forma que se dé continuidad a los trenes que acceden desde el sur de la ciudad hacia el norte y en definitiva al Corredor Mediterráneo.
De todos estos proyectos, el más avanzado es el denominado canal de acceso, el soterramiento de las vías desde la V-30 hasta la estación Joaquín Sorolla que actualmente suponen un muro que parte en dos la ciudad. El canal se ejecutará al mismo tiempo que la ampliación de la estación Joaquín Sorolla, una actuación que deja entrever que la estación central queda aún muy lejana en el tiempo.
Ambos proyectos (canal de acceso y ampliación de Joaquín Sorolla) se aprobarán y se licitarán conjuntamente entre los meses de junio y julio, estando previsto el inicio de ejecución en 2023, con un plazo estimado de 60 meses, es decir, que estarán finalizados en 2028.
Esta actuación supone un avance muy importante en el nudo central del Corredor Mediterráneo y, además, permitirá liberar 250.000 metros cuadrados de superficie ocupada actualmente por las vías, donde se habilitará un corredor verde.
En cuanto al túnel pasante y la doble plataforma València-Castellón, están en fase de análisis las 500 alegaciones que ha recibido el estudio informativo. Fuentes del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana informaron de que se ha procedido a la redacción de un estudio de impacto ambiental conjunto para ambas infraestructuras.
El siguiente paso es la evaluación ambiental que, en consecuencia, será también conjunta, con la finalidad de obtener una declaración de impacto ambiental (DIA) global para la nueva conexión ferroviaria entre Valencia y Castellón en la que se determinará el trazado seleccionado. Una vez obtenida la DIA, se podrá proceder a la aprobación definitiva de la alternativa elegida.