Aprobada la ejecución del Jardín Trini Simó, que supondrá una inversión de 3,6 millones de euros

La Junta de Gobierno Local ha aprobado este viernes el proyecto para la ejecución de las obras de ajardinamiento del Jardín Trini Simó, una actuación que supondrá una inversión de más de 3,6 millones de euros y que resolverá la situación de una manzana de la ciudad que ha sido fruto durante años de actuaciones administrativas y movilizaciones ciudadanas. Se trata del espacio tradicionalmente conocido como “solar de Jesuitas”, que se convertirá en uno de los principales jardines de València, justo al lado del Jardín Botánico.

De hecho, su situación, en el número 80 de la Gran Vía de Fernando el Católico, próxima también a otros destacados espacios ajardinados, como el Jardín de las Hespérides y el colegio de Sant Josep, así como su proximidad al Jardín del Turia, harán de esta zona un punto verde de referencia en la ciudad. El importe total de la obra ascenderá a 3.682.222,80 euros, IVA incluido.

El diseño del nuevo jardín es fruto del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento en el anterior mandato, del que resultó ganadora la propuesta titulada 'Bardissa', obra de un equipo multidisciplinar integrado por especialistas en arquitectura, botánica, arqueología, arboricultura e ingeniería industrial, liderado por el arquitecto Carmel Gradolí. Según la propuesta, el nuevo jardín será un espacio singular inspirado en el paisaje agrícola valenciano, concretamente en la huerta que rodea a la ciudad de València, en memoria del uso que tuvo originariamente.

El proyecto ejecutivo contempla una superficie total de actuación de 8.425,79 metros cuadrados, de los que 3.998,25 corresponden a superficie del jardín y los 4.427,54 metros cuadrados restantes, a espacio público.

El jardín Trini Simó se configura como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria de la huerta, que incorpora los tres elementos que la definen: los huertos, los caminos y las acequias, además de otros, como los setos, las plantaciones aromáticas, las edificaciones y las plantas útiles que no son de cultivo. El futuro Jardín Trini Simó evocará el paisaje de la huerta, con cajas de acequias para el riego de los campos, caminos bordeados por plantas, un porchado de parras para el encuentro a la sombra, y una gran orla arbolada para conectar con el entorno. Se prevé utilizar baldosa fabricada con biomasa de manufactura local, y muros con tapia de cal. El conjunto, tal como explicaron sus promotores en la presentación del proyecto, facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión.