El concejal de Movilidad del Ayuntamiento de València, Jesús Carbonell (PP), anunció el pasado mes de enero el encargo de una auditoría de seguridad viaria de la infraestructura ciclista de València “con la idea de detectar las problemáticas que puedan comprometer la seguridad y proponer soluciones a corto y medio plazo”. El importe del contrato fue de 16.879,5 euros (IVA incluido) por un plazo de ejecución de 5 meses.
En este sentido, Carbonell explicó que la auditoría se realizaría en cuatro puntos de la infraestructura urbana de la ciudad, que en aquel momento estaban por determinar. Las cuatro intersecciones o puntos a estudiar se seleccionarían en función de los siguientes criterios: que haya habido una accidentalidad significativa en los últimos cinco años; una problemática en la interacción entre las personas usuarias más vulnerables (peatones, bicicletas, vehículos de movilidad personal) y el resto de usuarios de la vía (transporte público, vehículos privados); que haya habido reclamaciones de mejora por parte de la ciudadanía; y que tengan carácter extrapolable de soluciones técnicas a otros infraestructuras asimilables.
Analizada la red de carriles bici, el Servicio de Movilidad y la Oficina Técnica de Infraestructuras ha comunicado al equipo consultor de la empresa de ingeniería que el Ayuntamiento contrató para analizar la seguridad de los trazados, los puntos del viario de la ciudad sobre los que deberá realizar un estudio y proponer soluciones a “corto y medio plazo”.
La elección de estas cuatro intersecciones, según explicó este martes el concejal de Movilidad, Jesús Carbonell, “responden exclusivamente a criterios técnicos” y están determinados sobre todo por la “significativa accidentabilidad” que han registrado en los últimos cinco años. Así pues, finalmente la consultora deberá analizar soluciones en un tramo en la plaza de la Zaragoza y en los cruces de Cardenal Benlloch con Blasco Ibáñez; Cardenal Benlloch con Avenida del Puerto y Fernando el Católico con Ángel Guimerá.
Por lo tanto, pese que tanto el PP como Vox cargaron contra el exedil de Movilidad de Compromís, Giuseppe Grezzi, por la supuesta inseguridad de trazados como el anillo ciclista de la calle de Colón, el de Reino de València, el de la avenida de Burjassot o la totalidad del trazado de Fernando el Católico, la realidad es que ninguno de ellos presenta tales problemas tal y como confirma este estudio realizado con el PP al frente de la concejalía.
Carbonell señaló que la auditoría “tiene como objetivo principal proteger a los transeúntes más vulnerables de estas intersecciones” (peatones, ciclistas, usuarios de vehículos de movilidad personal y motoristas), valorando para ello las distintos infraestructuras, mobiliario urbano y señalización que las conforman y buscando alternativas que supongan una mejora en la seguridad de todos ellos“.
Asimismo, el ahora concejal de Movilidad destacó que el gobierno municipal de la alcaldesa María José Catalá “seguirá tomando decisiones de manera racional y sin precipitarse para potenciar la movilidad sostenible y segura”. Por último, subrayó que en relación con la circulación “siempre vamos a primar los criterios técnicos y de seguridad, por encima de medidas intransigentes, inamovibles y fuera de la realidad”.