“El nivel del mar seguirá ascendiendo con seguridad durante este siglo, sea cual sea el escenario analizado: con pocas, medias o muchas emisiones de CO2. En el mejor de los casos, la subida hasta 2100 irá entre 28 y 58 centímetros y, en caso de que las emisiones sigan siendo altas, el nivel se iría a más de un metro por encima del registrado entre 1994 y 2014”.
Así se pronuncia el Informe de Evaluación sobre Cambio Climático del Grupo Intergubernamental de Expertos (IPCC) presentado recientemente, el cual concluye -entre otras cosas- que la alteración del clima que ha provocado la humanidad ha alcanzado tal inercia que “la temperatura global continuará incrementándose hasta la mitad del siglo XXI” y que el objetivo del Acuerdo de París de contener ese recalentamiento en 2 o 1,5ºC se sobrepasará este siglo “al menos que se hagan profundas reducciones en la emisión de CO2 y otros gases invernadero en las próximas décadas”.
Este trabajo elaborado por un grupo de 240 científicos de 66 paíseses es un encargo de los gobiernos inscritos en la ONU para ofrecer la mejor evidencia científica sobre el estado y la modificación del clima.
¿Cómo afectarían las previsiones del informe a la costa valenciana? Según el simulador flood.firetree que utiliza las imágenes aéreas de los mapas de Google para crear una simulación de cómo quedarían los diferentes territorios en función del calentamiento global y el incremento del nivel del mar, si el Mediterráneo subiera un metro quedarían casi inundados el Puerto de València, así como el parque natural de la Albufera, junto a las playas del norte y del sur de la ciudad. La línea de costa llegaría prácticamente hasta el Oceanogràfic, lo que dejaría inundados barrios y pedanías como Natzaret y Pinedo.
Aunque, según los expertos consultados por elDiario.es este simulador no se puede considerar preciso al 100%, ya que no tiene en cuenta barreras naturales como cordones dunares o similares que se podrían aplicar para suavizar los efectos, sí que sirve para hacerse una idea de lo que significaría ese aumento del nivel mar y de lo que podría llegar a pasar.
Precisamente, uno de los redactores del informe, en concreto el director ejecutivo de Carbon Project, Pep Canadell, afirmó en declaraciones a este diario que las ampliaciones aeroportuarias como las anunciadas en Madrid y Barcelona y las portuarias como la proyectada en València “van en contra” de las políticas para frenar el cambio climático y la reducción a cero de las emisiones comprometidas para el año 2050.
En el caso de la ampliación del Puerto de València, el experto aseguró que “con la tecnología que existe en estos momentos sí contraviene la emergencia climática”.
Según explicó, “se están empezando a hacer cálculos ahora, pero hay que tener en cuenta que fabricar un barco y venderlo no es como un coche que es más fácil de vender y de renovar cada cuatro o cinco años hasta que ya puedes ir a un modelo eléctrico”.
Así, añadió que “un barco dura muchas décadas, vale millones de euros. Por lo tanto, son muchos años hasta que el metanol o el hidrógeno puedan sustituir al crudo que usan ahora, tan sucio y tan denso que se debe mantener siempre cálido porque si no se solidifica”.
Aunque la crisis climática es un fenómeno planetario, según el informe de la ONU impacta de manera diferente en función de la zona del mundo que se observe.
En la región mediterránea, los científicos han constatado el incremento de las sequías y prevén un aumento de la aridez y las condiciones para los incendios con un calentamiento de 2ºC (aceptado por el Acuerdo de París). Hay alta certeza de que España deba prepararse para una combinación nefasta de “temperaturas extremas, descenso de precipitaciones, mayor aridez, pérdida de nieve y subida media y máxima del nivel del mar”.