El Ayuntamiento de València solicitará formalmente a la Conselleria de Política Territorial que no se prorrogue el plan urbanístico diseñado para hacer efectivo el traslado de Mestalla de su actual ubicación a la avenida de las Cortes Valencianas. Además, recomienda que si finalmente la administración autonómica decide aceptar la prórroga, exija al club avales que garanticen la finalización del polideportivo de Benicalap y del nuevo estado.
La vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, ha anunciado este lunes que remitirá el requerimiento al departamento que dirige el conseller Arcadi España para que deniegue la prórroga de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) que establece que el coliseo debe estar finalizado este mes de mayo, habida cuenta de que los plazos no se van a cumplir y el club tampoco ha presentado garantía alguna que muestre una voluntad inequívoca de finalizar las obras del nuevo estadio, más allá de una mera declaración de intenciones plasmada en el documento de petición de prórroga presentado por el club hace un mes.
Como avanzó elDiario.es, pese a que la paralización de los trámites administrativos durante 78 días vinculados al primer estado de alarma trasladan la caducidad de la Actuación Territorial Estratégica (ATE) al 18 de agosto, Gómez ha cumplido con el compromiso que venía advirtiendo y que siempre hizo referencia al 15 de mayo como fecha tope para que el club reactivara la licencia de obras y presentara algún tipo de garantía financiera que permitiera abordar una posible prórroga.
También comentó que los últimos movimientos de la entidad deportiva para avanzar en el polideportivo de Benicalap eran independientes de esta cuestión, ya que su ejecución es una obligación vinculada a la venta de los terrenos municipales de la avenida de las Cortes Valencianas.
Una vez recibido el requerimiento de Urbanismo, la Conselleria de Política Territorial solicitará alegaciones del resto de partes implicadas, es decir, la Conselleria de Economia y el propio Valencia CF, y posteriormente deberá adoptar una resolución.
La ATE establece que el nuevo estadio debe estar finalizado como muy tarde el 30 de mayo de 2021, un plazo ya de por sí imposible de cumplir, y el viejo Mestalla derribado como fecha límite en 2023, puesto que entre ese año y 2025 deben estar ejecutados los edificios de viviendas en la parcela de la avenida de Aragón. De no ser así, el Valencia CF perdería como mínimo los 40.000 metros cuadrados de suelo terciario incluidos en el suelo del viajo estadio, lo que traducido a euros implicaría la pérdida de entre 15 y 25 millones.
El club solicitó una prórroga sin aportar garantía alguna en cuanto a la financiación de la operación y fiando los nuevos plazos propuestos a que remita la pandemia y se recupere la economía, con el fin de que las parcelas de la avenida de Aragón se puedan vender a un precio suficiente (unos 120 millones) que permita acometer todo el proyecto.
En el documento que firma el presidente, Anil Murthy, la entidad se compromete a buscar la financiación necesaria (sin dar detalles al respecto) para iniciar la construcción del polideportivo de Benicalap en 2022 y finalizarlo en diciembre de 2023, así como retomar las obras del nuevo estadio a mediados de 2024 para culminarlo a mediados de 2026.
Según ha explicado Gómez, la postura del Ayuntamiento se basa en un informe jurídico está fundamentado en la ausencia de avances importantes que acrediten esa voluntad de finalizar el estadio: “La conclusión es que a día de hoy no se ha realizado nada que pueda verificar que el Valencia CF ha cumplido con sus compromisos ya que no se ha hecho ni el estudio movilidad, ni las obras de urbanización del entorno del nuevo estadio, ni se ha finalizado el estadio, ni el terciario de la zona b, ni la ejecución del polideportivo; se ha verificado que a día hoy no se ha iniciado ninguna actividad, no hay una obra en marcha ni proyectos de obras presentados”.
Goméz ha afirmado que “por parte del promotor que es el Valencia CF no ha habido una acción que nos permita llegar a la conclusión de que van a cumplir con los requisitos y para dar una prórroga el promotor debe haber podido acreditar que ha dado un paso o ha empezado algún tipo de obra, cosa que no ha ocurrido como acreditan todos los informes que dice que hay una inactividad total”.
En segundo lugar, según ha explicado la vicealcaldesa, “el Valencia CF si quiere instar una prórroga debe acreditar que ha habido imposibilidad manifiesta que les haya impedido llevar adelante esa obra o compromiso, en este caso, el promotor en su informe alega los problemas de compraventa con ADU Mediterráneo y la crisis sanitaria”.
Sin embargo, “desde el punto de vista municipal no son causas suficientes que puedan exonerar al valencia de cumplir con sus obligaciones. El compromiso de acabar con las obras no se puede achacar a la falta de financiación porque es siempre responsabilidad del promotor buscar las vías. No puede aducirse que te salga mal un negocio para justificar incumplimiento”.
Así pues, “objetivamente se entiende que no se dan condiciones legales para prorrogar la ATE porque no hay una causa de fuerza mayor o imputable al promotor para justificar sus incumplimientos”.
Por tanto, “no procede legalmente una prórroga de la ATE por parte del Ayuntamiento y por tanto queda a expensas de la Generalitat aceptar la prórroga o no”. Para el Ayuntamiento “lo más acertado sería no prorrogar la ATE, pero si decide proceder a esa prórroga ponemos dos condiciones: que el promotor avale los 5,7 millones de euros del polideportivo municipal de Benicalap y que ponga una fianza para finalizar el nuevo estadio”
En resumen, según Gómez, “el Ayuntamiento se opone a la prórroga ya que no se dan las condiciones legales por la patente inactividad y pasividad del Valencia CF, pero si la Generalitat decide prorrogar se debe avalar y garantizar el 100% de los costes de los compromisos municipales del polideportivo y otro aval especial para cumplir con el resto de compromisos de la ATE”.
Gómez ha aclarado que si la ATE no se prorroga, implicaría su nulidad y por tanto cobraría vigencia el planeamiento urbanístico de febrero de 2007, es decir, la recalificación de los 70.000 metros cuadrados de suelo residencial del viejo Mestalla, pero el club perdería los 40.000 metros cuadrados de terciario, traducido a euros, entre 15 y 25 millones.