Nueva vuelta de tuerca para conocer el futuro del hotel Sidi Saler, el complejo de lujo ubicado en el Parque Natural de l'Albufera que lleva nueve años cerrado y dos paralizado desde que obtuvo la renovación de la concesión para uso hotelero por un plazo de 30 años, prorrogable a otros 30 más, otorgada por el Ministerio de Transición Ecológica.
Este domingo 18 de octubre caduca la segunda prórroga de un año concedida por el mencionado departamento gubernamental para que Divarian, fondo propietario del inmueble, pudiera obtener las licencias y autorizaciones municipales necesarias para la puesta en actividad de las instalaciones.
Sin embargo, no ha sido posible hasta la fecha y por este motivo fuentes de Transición Ecológica han confirmado a elDiario.es que ya han recibido solicitud por parte de la propiedad de una tercera prórroga de un año para poner en marcha la instalación concesionada.
Ahora, el departamento que dirige la ministra Teresa Ribera, a través de Demarcación de Costas, remitirá esta solicitud de prórroga al Ayuntamiento de Valencia y a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana para que realicen las aportaciones correspondientes en el ámbito de sus competencias.
En función de las alegaciones de las diferentes administraciones y de las argumentaciones expuestas por Divarian, el ministerio deberá decidir si concede la prórroga o si no concurren causas de fuerzas mayor para ello, lo que supondría que decaería la concesión otorgada.
Haya Real State, entidad que gestiona los activos inmobiliarios de Divarian, se ha limitado a decir que se están estudiando todas las opciones en busca de una solución que sea respetuosa y quede integrada en el entorno en el que se ubica.
Sin embargo, desde el Ayuntamiento han comentado que siguen esperando que la nueva propiedad se acredite como tal para poder tramitar la licencia de actividad, pero han recordado que el edificio se encuentra fuera de ordenación y que, según el planeamiento, en su ubicación solo cabe un inmueble de planta baja más una altura.
Las mismas fuentes han recordado que el posicionamiento político del actual equipo de Gobierno es favorable al derribo de todo el inmueble para recuperar toda la zona como espacio natural.
El hotel, cerrado desde el año 2011, pasó de las manos del BBVA a las de Divarian, la firma que constituyó el fondo Cerberus junto con el banco (tienen un 80% y un 20% de las participaciones respectivamente) tras comprar los activos inmobiliarios de esta entidad financiera.