Compromís y PSPV acuerdan subcontratar el plan urbanístico de Benimaclet, pero mantienen la discrepancia sobre la edificabilidad

El Consejo de Administración de la empresa municipal AUMSA aprobará la próxima semana la adjudicación de la redacción del Plan Especial de Benimaclet en València, plan especial del área funcional número 18, desde la perspectiva de “una mirada general y transversal de las necesidades, retos y oportunidades que tiene el barrio en su conjunto”.

Así lo anunció este jueves la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana, Sandra Gómez, quien adelantó que tras el concurso convocado al que se presentaron tres despachos de arquitectura, el proyecto va a ser adjudicado al equipo profesional Ezquiaga Arquitectura, Societat i Territori, SL, liderado por el arquitecto José María Ezquiaga.

Aunque en un principio los socios del Gobierno municipal (PSPV y Compromís) acordaron que se encargara Aumsa de la gestión directa del desarrollo urbano del barrio, Gómez explicó que la empresa municipal no tiene capacidad para ejecutarlo, por lo que se acordó sacarlo a concurso, tal y como confirmaron también fuentes de la coalición valencianista.

Sin embargo, las discrepancias parecen mantenerse en la cuestión de fondo, la que más polémica generó en su momento entre ambas formaciones, es decir, la edificabilidad y, en consecuencia, el número de viviendas que se deben generar.

Gómez explicó que la edificabilidad será la establecida en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de València, en el que también se basó el proyecto inicial de la promotora Metrovacesa, el cual contaba con 1.300 viviendas, una cifra inasumible para la asociación de vecinos del barrio. Con todo, Gómez comentó que no toda la edificabilidad tiene por qué dedicarse a vivienda, ya que se puede dedicar más a terciario: “El plan especial determinará los parámetros de zonas verdes, de terciario, de viviendas de alquiler o protegidas”, explicó.

Sin embargo, el vicealcalde de Compromís, Sergi Campillo, puso el acento en el proceso participativo que incluye el desarrollo del plan especial y advirtió de que “debe recoger todas las reivindicaciones de los vecinos, incluida la reducción de edificabilidad que solicitan” para que sea a apoyado por los valencianistas: “Desde Compromís no vamos a aprobar ningún proyecto que mantenga la edificabilidad”.

Otra discrepancia es la que hace referencia al posible soterramiento de la ronda norte, también solicitado por la asociación de vecinos. La vicealcaldesa comentó que el plan especial no recoge esta opción, sino una solución que amortigüe el efecto de la ronda norte y que facilite la transición del barrio con la huerta.

Gómez explicó que el objetivo del proyecto es “hacer un plan especial que pueda abordar cuestiones tan importantes como la protección del patrimonio histórico y del centro histórico del barrio de Benimaclet; que pueda atender la protección de todo el patrimonio agrícola, ya que este barrio tiene todavía muchos elementos patrimoniales vinculados a la agricultura; y que analice y realice una propuesta de dotaciones públicas y vivienda necesarias para el barrio”.

“Por eso es un plan especial –argumentó- porque va a tener una parte importante de protección del patrimonio del barrio y, obviamente, va a resolver la famosa Zona Este”, es decir, la del programa de actuación integrada (PAI) más cercano a la ronda norte.

La vicealcaldesa y concejala de Urbanismo explicó que “cuando se da la circunstancia de que queda pendiente una parte de un barrio por desarrollar, como en este caso, se ha de atender a las necesidades y los retos del barrio en su conjunto”.

El área funcional del Plan es la delimitada por el propio barrio (área número 18, según el plan especial de directrices de calidad urbana), y queda definido por las avenidas de Primat Reig, Alfahuir y Catalunya, así como por la Ronda Norte, con una superficie total del ámbito de 1.217.827 metros cuadrados.

Un equipo multidisciplinar

En el proceso de licitación del proyecto, AUMSA ha buscado un equipo multidisciplinar constituido por especialistas en urbanismo, paisaje, patrimonio, cultura, arqueología e historia, así como por una persona experta en Derecho y especialista en urbanismo.

“Y finalmente –ha anunciado Sandra Gómez- el contrato se va a adjudicar a la firma Ezquiaga Arquitectura, Societat i Territori, SL, un equipo liderado por el arquitecto José María Ezquiaga, que aúna la colaboración de varios despachos de arquitectos valencianos”.

Ezquiaga es doctor arquitecto, premio extraordinario de doctorado, licenciado en Sociología y Ciencias Políticas, y un profesional muy vinculado a desarrollos urbanísticos, ha detallado la vicealcaldesa y concejala de Urbanismo. Es Premio Nacional de Urbanismo y Premio Europeo de Urbanismo y tiene experiencia en la gestión pública, ya que ha tenido responsabilidades como director general de planeamiento y director de planificación urbanística.

Asimismo, su currículum incluye también experiencia internacional, dado que ha participado en diferentes proyectos europeos y en programas de asesoramiento en Sudamérica. Ha tenido también cargos de gobierno en el Colegio Oficial de Arquitectos.

El presupuesto total del proyecto es de 229.000 euros y el plazo previsto, de 12 meses. Gómez desglosó el calendario, que arrancará con un plazo de seis semanas para elaborar el documento de análisis preliminar; después se prevé un segundo plazo de tres meses para hacer la evaluación ambiental; otras tres semanas más para realizar el documento de síntesis y evaluación del resultado de las fases de consulta y participación; una siguiente fase de cuatro meses, que es la fase urbanística en sí, la fase preliminar del plan global con un informe sobre alegaciones presentadas en el trámite disposición pública, de tres semanas.

Y luego se procederá a la redacción del documento adaptado tras la exposición pública de un mes de duración, para pasar a la presentación del documento definitivo, que se calcula en un mes más.

Hacer del espacio público un eje vertebrador huerta-barrio

El plan se regirá por los mismos parámetros del Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, de València. Tal como ha explicado Gómez, deberá revisar la ordenación de todo el barrio de Benimaclet de acuerdo con los objetivos marcados desde el Ayuntamiento, “el primero de los cuales será hacer del espacio público un eje vertebrador que vincule e integre el barrio con la huerta”.

En segundo lugar, se plantea el concepto de ciudad compacta, sin vacíos urbanos y con equilibrio entre la población y los servicios públicos desde el planteamiento de ciudad de 15 minutos; y también se busca un sistema equilibrado de equipamientos públicos, teniendo en cuenta la proximidad a la vivienda y facilitando la accesibilidad a toda la población del barrio.

En cuanto a la movilidad, el objetivo es diseñar una ciudad a escala de peatón mediante la jerarquización del tráfico rodado, la reserva de aparcamiento, y la conectividad del barrio con la red de carril bici y transporte público de toda la ciudad. En materia de sostenibilidad, se plantea que todas las medidas que se implante minimicen los efectos del cambio climático, con una gestión responsable de los recursos naturales.

También se incluye garantizar el derecho a la vivienda asequible y adecuada, mediante una oferta de tipología diversa y distribuida de manera equilibrada; y fomentar la rehabilitación del actual parque de viviendas del barrio. Finalmente, el plan deberá potenciar los valores de identidad social, cultural y patrimonial de Benimaclet, y obviamente, integrar la perspectiva de género en todas las vertientes“.

Críticas vecinales

Desde la asociación de vecinos de Benimaclet lamentaron haberse enterado por la prensa de la adjudicación del plan especial y criticaron que el plan de participación no servirá de mucho si se realiza con el proyecto ya en fase de redacción.

Además, se mostraron contrariados por la falta de diálogo, ya que aseguraron que han pedido varias reuniones con la vicealcaldesa y que tan solo han logrado reunirse en una ocasión.