En medio de un campo en plena quema de la paja de arroz en el Parque Natural de la Albufera. El diputado valenciano del PP en las Corts, Ignacio Aleixandre, mostró así su agradecimiento al presidente del Gobierno valenciano, el popular Carlos Mazón, por permitir la quema masiva de este residuo que obligó a 700 alumnos del colegio e instituto de El Saler a confinarse en sus aulas por la invasión de humo. Y lo hizo mediante un vídeo que se grabó entre el jueves 10 de octubre, primer día autorizado para quemar, y el viernes 11, que se ha difundido en diferentes grupos de WhatasApp y en redes sociales.
Tal y como recoge el documento, Alixandre afirma estar en los arrozales de la Albufera “como un agricultor más, apoyando y ayudando a pegar fuego a la paja del arroz” y añade: “Señores, por fin ha llegado el Gobierno del cambio y quiero agradecer públicamente las políticas del señor Mazón. Mientras los anteriores gobiernos nos ponían trabas para poder quemar, poniendo en peligro a los vecinos con problemas de salud, a respirar los malos gases y el metano que salía cuando la paja se pudría en el agua en los arrozales, mientras permitían que el agua saliera contaminada y contaminara a nuestra querida Albufera, nuestra joya de la corona matando a la anguila y a la lisa, y otras especies, nuestro presidente ha dicho ya está bien. Vamos dar solución, vamos a quemar la paja de arroz, vamos a matar la miseria de los campos, vamos a matar las malas hierbas. Gracias presidente, muchas gracias porque tus políticas del cambio han llegado para dar soluciones, no como los anteriores gobiernos que lo único que daban eran problemas”.
Como ha informado este diario, solo entre el jueves 10 de octubre y el viernes 11 se cuadruplicaron las quemas con respecto a años anteriores, ocasionando numerosos problemas de contaminación atmosférica además de la reclusión de centenares vecinos y de los 700 alumnos del colegio y del instituto de El Saler por la humareda provocada por la combustión del subproducto del arroz.
Tras las quejas de las familias de los alumnos y de los propios centros escolares, la Conselleria de Medio Ambiente anunció el cese de los permisos argumentando que habían cambiando las condiciones del viento.
Este año, argumentando problemas fitosanitarios y bajo un informe avalado por la Conselleria de Agricultura, a los agricultores se les permitía la quema con una declaración responsable, sin límites, ni sectorización y sin tener en cuenta el escalonamiento de las combustiones, en contraposición con los últimos años del Gobierno del Botánico, donde se estableció desde 2018 una sectorización del arrozal, además de determinar cada año de forma rotativa la quema de la paja del arroz, eso, sí, de forma escalonada. De hecho y según cifras de años anteriores, solo hubo picos de 50 quemas por día. Este año, según entidades ambientalistas consultadas por elDiario.es, se habrían superado las 400 en 48 horas, es decir, una media de 200 en los dos días que se produjeron las quemas, cuadriplicando la media diaria de otros años.
Respecto a la calidad del aire, a mediodía de la jornada del viernes 11 de octubre, se habían disparado los indicadores de contaminación atmosférica en numerosas zonas el área metropolitana de València y zonas del litoral, siendo especialmente significativas las partículas pm, las más peligrosas, ya que representan el mayor riesgo para la salud ya que penetran directamente en los pulmones. Éstas unidas a otras partículas se habían superado de forma alarmante. Este sábado por la mañana, la aplicación GVA Aire registraba en la estación móvil de Silla, la que se utiliza como referencia para autorizar o no las quemas, niveles “desfavorables” de partículas pm 2.5.
La gestión de la paja del arroz cambió sustancialmente desde 2018 después que València superara los mínimos exigibles de calidad del aire el año anterior. Así se estableció una división del arrozal donde directamente cada año se prohibía quemar en la mitad del arrozal y se permitía la quema en las zonas bajas, de difícil acceso a la maquinaria y siempre por razones fitosanitarias.
Todo el plan de gestión de la paja se realizó coincidiendo con una denuncia presentada por CAVE-COVA que llegó la Oficina Europea Antifraude y una investigación penal por el presunto uso ilícito de las ayudas comunitarias para evitar el fuego en el Parc Natural que implicó un apercibimiento y la apertura de un expediente.
Aleixandre y el uso partidista de la megafonía de El Palmar
El pasado mes de junio, Compromís denunció el uso partidista de la megafonía que tiene la alcaldía pedánea de El Palmar para el bando municipal. Como explicó la concejala Lucía Beamud, fue supuestamente el diputado popular en Les Corts Ignacio Aleixandre, hijo del exconcejal de Pedanías de la fallecida exalcaldesa Rita Berberá, quien utilizó este recurso para difundir un mensaje agradeciendo “en nombre del presidente de la Generalitat Carlos Mazón y de la alcaldesa María José Catalá” los resultados de su partido en las elecciones europeas. El sistema para difundir el bando municipal está instalado dentro de la alcaldía pedánea y tiene distribuidos diferentes altavoces por todo el pueblo.
Sobre el asunto, fuentes municipales del equipo de Gobierno que integran el PP y Vox reconocieron que se hizo “un uso incorrecto de la megafonía pública” e informaron de que el Ayuntamiento enviaría “una instrucción a todas las alcaldías pedáneas para recordarles que el uso de esta megafonía solo debe responder a informaciones de servicio público que afecten a la pedanía”.
En 2022, la Diputación de Valencia despidió a Aleixandre de la empresa Divalterra por abandonar el puesto de trabajo sin causa justificada, uso inadecuado del vehículo de empresa y hacer trabajos particulares en horario de oficina, según el expediente del que informaron fuentes de la Corporación Provincial.
Ignacio Aleixandre aseguró entonces que todas las acusaciones que pesan contra él son falsas, dijo estar “muy tranquilo” y anunció la presentación de “una denuncia por despido improcedente”.