Empresarios valencianos quieren dinero público para la Copa del América, que perdió 94 millones en la última edición
La 37 edición de la Copa del América que se debe celebrar en el año 2024 sigue sin sede. La falta de acuerdo entre el Team New Zealand, último vencedor, y las autoridades neozelandesas abrió el abanico a otras ciudades interesadas, una circunstancia que propició el interés del Real Club Náutico de València por armar una candidatura en aguas de la capital valenciana.
Sin embargo, la opción no convenció ni a la Generalitat Valenciana ni al Ayuntamiento por la falta de concreción en la previsión de unos gastos millonarios que rondarían los 80 millones de euros, 30 de ellos en concepto de canon a avalar antes de final de año.
El pasado 17 de septiembre se debía anunciar la sede entre Jeddah (Arabia Saudí) y Cork (Irlanda), opciones que no acaban de gustar a Grant Dalton, CEO del equipo neozelandés, por lo que dentro de sus potestades como defensor del título, decidió aplazar la decisión.
Esta circunstancia abre de nuevo la posibilidad de que València albergue un evento que ya acogió en los años 2007 y 2010, una opción que ha sido aprovechada por los empresarios valencianos para presionar a las autoridades y lograr así que se lo replanteen. Sin ir más lejos, el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, afirmó recientemente en una entrevista en el periódico Las Provincias que “al descartar la candidatura de la Copa América se pierde una buena oportunidad para la ciudad” y añadió que sabía que “el proyecto contaba con carta de adhesión de la CEOE (la Confederación Española de Organizaciones Empresariales) y de sectores como el taxi, la hostelería o los alojamientos”.
Comentó que “parece que ahora las instituciones están centradas en otros asuntos, trabajando en el corto plazo”. Además del aspecto económico, tanto el alcalde Joan Ribó como presidencia de la Generalitat Valenciana argumentaron que la reconstrucción y la gestión de la pandemia son en estos momentos las dos principales prioridades.
Ribó añadió que “el Ayuntamiento y la Generalitat se comprometieron a aportar unas infraestructuras que han costado centenares de millones y que aún se están pagando; de hecho, este año el Consistorio desembolsará cuatro millones para pagar los créditos de todo esto y el año que viene habrá que pagar otros cuatro millones”. Comentó que “es una aportación importante y las empresas privadas también deberían hacer la suya”.
El supuesto retorno de la inversión pública que supondría es otro de los argumentos más utilizado por los defensores de la candidatura valenciana, principalmente los empresarios y el PP valenciano y Ciudadanos.
Sin embargo, el periódico neozelandés RNZ hizo públicos los balances de la última edición de la Copa del América celebrada en su país, en Auckland. Según informa en una noticia del pasado 20 de julio “Nueva Zelanda tuvo una pérdida de 156 millones de dólares neozelandeses (al cambio 94 millones de euros) por albergar el evento de la Copa América en marzo”, si bien es cierto que en un contexto de pandemia.
Este artículo se remite a “un informe de evaluación publicado por la Corona y el Consejo de Auckland” el cual muestra que “por cada dólar gastado, se perdieron 28 centavos”.
La pérdida se atribuye “a una inversión pública superior a la proyectada, pocos visitantes internacionales y solo tres de los 10 posibles retadores que compiten”.
El análisis de coste-beneficio del Ministerio de Negocios, Innovación y Empleo (MBIE) y el Consejo de Auckland cifró en 38.745 las personas que visitaron Auckland durante el evento y gastaron 298 millones. Fue la Copa América más vista de todos los tiempos.
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