El impuesto de sucesiones y donaciones entre los familiares de primer grado (descendientes, progenitores y cónyuges) ya es historia en la Comunitat Valenciana. El presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, ha anunciado a través de un vídeo publicado en sus redes sociales antes de entrar al pleno del Consell que se celebra en Castellón este martes que uno de los temas que abordarán en la reunión será la aprobación del decreto ley para eliminar este tributo que hasta ahora pagaban las rentas más altas.
En concreto, lo han venido abonando de media una de cada diez personas que hereda y durante el pasado año aportó a las arcas públicas 354 millones de euros. La previsión de recaudación para 2023 era de 392 millones de euros.
“Vamos a aprobar algo muy importante, un compromiso muy especial que es la aprobación del proyecto de ley por el que vamos a suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones. Se acaba el impuesto a la muerte para los hijos, para los cónyuges, para los padres en la Comunitat Valenciana”, ha explicado Mazón.
El pasado 21 de julio, el Gobierno valenciano del PP y Vox aprobó el inicio de los trámites para bonificar el 99% del impuesto, una tramitación que culmina este martes con la aprobación del decreto ley.
Según anunció Mazón el pasado mes de julio, la medida tendrá efectos a partir del 28 de mayo, fecha de las elecciones autonómicas que le dieron la victoria y la justifica en el perjuicio que causa a la economía y su “escasa incidencia” sobre el total de ingresos de los presupuestos de la Generalitat Valenciana. El tributo, que ha denominado en diversas ocasiones “impuesto a la muerte”, supone “un grave perjuicio económico para muchas familias, sin que la herencia suponga beneficio económico alguno o un incremento real en su patrimonio” y “condiciona o limita” comportamientos como “el ahorro o la inversión”.
Los datos de Hacienda apuntan que el impuesto de sucesiones apenas afecta a una minoría. Según indicó el exdirector general de Tributos bonificar el impuesto al 99% como ha anunciado el presidente impacta en 24.797 personas, el 1% de los declarantes, con un carga fiscal soportada solos del 6,5% del importe recibido. En 2020, según las cifras de Hacienda, declararon 166.493 herederos; sólo pagaron impuestos 20.627 -entre uno y 5.000 euros- y solo 6.293 personas -el 3,8% de los que tributaron- pagaron una cifra superior a 5.000 euros. El 87,6% de los herederos no pagó nada.
El líder popular explicó entonces que las renuncias a herencias han aumentado un 24% durante el primer trimestre de 2023, lo que ha supuesto que 1.558 valencianos hayan renunciado a ellas en este periodo. En cuatro años, la pasada legislatura, se produjeron 20.862 renuncias.
También añadió que tiene poco impacto sobre el presupuesto: sucesiones implica el 1% mientras que donaciones, que también se modificará, el 0,1%. El informe económico de los presupuestos señala que los tributos de patrimonio, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, y la tarifa autonómica del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas suponen en su conjunto el 21% de los ingresos totales estimados para las arcas públicas y que sucesiones es, tras transmisiones patrimoniales, el principal agente recaudador.
El president defendió que la supresión del impuesto “provocará la reactivación de la economía y la puesta en el mercado del patrimonio que, principalmente, suele ser inmobiliario”, y apunta que, sumado al “ahorro” político -800.000 euros, de momento-, al suprimir una decena de altos cargos-, compensará los efectos sobre los ingresos públicos.