Tensión entre la plantilla de la factoría Ford de Almussafes tras el anunciado aplazamiento de las inversiones necesarias para electrificar la planta. Así se lo trasladó la dirección de la multinacional a UGT, sindicato mayoritario, la semana pasada, una decisión que ha caído como un auténtico jarro de agua fría entre los trabajadores.
Este cambio de rumbo en los planes de Ford se produce en pleno proceso de despido de 1.144 empleados, un expediente de regulación de empleo (ERE) aprobado con los votos a favor de UGT y en contra de Intersindical, precisamente condicionado a que se llevara a cabo la electrificación, con la excusa de la menor mano de obra necesaria para la fabricación de vehículos eléctricos que ahora se retrasa sin un plazo concreto.
El ERE se firmó el pasado mes de abril y desde entonces hasta el mes de julio se habían apuntado de forma voluntaria unos 650 empleados, es decir, un 60% del total. Aproximadamente la mitad de ellos lo hicieron a través de las bajas incentivadas y la otra mitad se acogió a las prejubilaciones. La fecha límite para cubrir el 100% de los despidos, que afectan al 18% de la plantilla, es el 31 de diciembre.
En este contexto, Intersindical, el otro sindicato con representación en el comité de empresa, recordó que el acuerdo alcanzado con la empresa establece “con una congelación salarial de 4 años, con los mayores índices de inflación desde hace más de 25 años; con un aumento de jornada laboral de 15 minutos, hasta 18 sábados al año por empleado y la desaparición del plus adicional de las Jornadas industriales a partir del 2025”.
Al mismo tiempo añadieron: “Debido al bochornoso acuerdo que, por supuesto, desde Intersindical no firmamos, exigimos restituir los derechos y salarios que nos quita el 'Acuerdo de la electrificación' por incumplimiento de la empresa. Por ello se debe volver a la situación anterior, como marca las condiciones del acuerdo. Y desde el momento en que se sepan las inversiones reales, realizar una nueva negociación. Negociación que se debe hacer, para avanzar en estos tiempos tan delicados y de incertidumbre, desde todo el comité de empresa. Con unidad sindical, respetando a la plantilla, mediante el referéndum pertinente, para avanzar en la defensa de los derechos de toda la plantilla y de confrontar la desidia e incumplimientos de la Dirección de la Empresa”.
La organización destacó que Ford tiene “una deuda histórica con la sociedad valenciana (miles de millones de subvenciones) y sobre todo con su plantilla, que durante décadas le ha generado multimillonarios beneficios”. Y debe garantizar “la carga de trabajo de manera inmediata para el futuro de esta factoría”. Es por todo esto, “y coincidiendo con las concentraciones de las factorías de Alemania, que este martes a las 11.30 horas, Intersindical hará una concentración en barreras reclamando 'Carga de trabajo y garantía de futuro ya'”.
Por su parte, UGT ya exigió tras conocer los planes de la empresa que se garantice “carga de trabajo suficiente para mantener la plantilla, inicialmente prevista en los planes por la electrificación”.
Además, indicó que la compañía “tendrá que garantizar una fecha de revisión del Plan de Electrificación durante ese proceso de transición que ahora se alarga” y advirtió de que “en caso contrario, la empresa no podrá pretender negociar más medidas de flexibilidad, al menos con la UGT”.
El 'president' de la Generalitat, Carlos Mazón, mostró su confianza en que las grandes inversiones, como las de Ford, “sigan produciéndose”, así como que los planes de esta multinacional sobre la electrificación de vehículos “lleguen lo antes posible a la Comunitat Valenciana”.
Mazón, tras remarcar que no quiere hablar de rumores ni de noticias que no le haya trasladado la multinacional, subrayó que la Generalitat está “en permanente contacto” con Ford y con otras empresas que pretenden instalarse en la Comunitat Valenciana.
“Vamos a dar todas las facilidades, dentro de nuestras competencias y posibilidades”, aseveró, y mostró su respeto a cualquier decisión que pueda adoptar la firma del óvalo.