Los Poblados Marítimos de València y más concretamente la zona del Cabanyal-Canyamelar están en el punto de mira de los inversores inmobiliarios especialmente enfocados al negocio de los apartamentos turísticos.
Así se desprende del informe que elabora el Ayuntamiento de València, una parte del cual presentó recientemente el Consell Municipal de Turismo en la primera reunión de la comisión de trabajo sobre apartamentos turísticos, formada por representantes de todos los partidos políticos, la Federación de Asociaciones de Vecinos, los sindicatos y el sector hotelero. Este grupo de trabajo, que se reunirá con carácter trimestal, contó también con la participación de Hosbec y Avaec.
Tal y como informó elDiario.es, según el mencionado informe, València cuenta con una oferta aproximada de 9.462 viviendas de uso turístico, un equivalente a 38.281 plazas. De ellas, según afirmaron fuentes vecinales tras la reunión, casi un 40% son clandestinas al no estar registradas. De hecho, desde la Agencia Valenciana de Turismo han confirmado que el registro oficial de viviendas turísticas de València tiene actualmente 5.772 inmuebles, un 66% más que en 2017.
De estas viviendas de alquiler turístico censadas, entre los años 2017 y 2019 la zona donde más se ha incrementado su actividad es la del Marítimo, donde se ha pasado de 298 a 1.094 inmuebles, un 263% más, seguido de Quatre Carreres, donde han aumentado un 166%, al pasar de 140 a 373 unidades, y de Camins al Grau con un incremento del 107%, al pasar de 208 a 432. El distrito que más apartamentos turísticos tiene es Ciutat Vella, con 1.337, un 12% más que en 2017.
En este sentido, la Federación de Vecinos solicitó en la comisión un plan para el dimensionamiento de la oferta de Vivenda de Uso Turístico (VUT) en la ciudadad con la finalidad de redimensionar y normalizar su actividad.
Entre las medidas que propuesieron destaca la creación de un registro accesible donde figuren las declaraciones concedidas y en trámite, que se identifique de la actividad de los apartamentos turísticos en los portales del edificio, indicando número de puerta, número de registro y referencias de contacto o incentivos fiscales para fomentar que las viviendas de alquiler turístico pasen a alquiler residencial.
El Plan del Cabanyal blinda la primera línea de playa y limita la vivienda turística
El Plan Especial del Cabanyal (PEC) cuya tramitación encara su recta final se puede convertir en una herramienta para frenar procesos de acoso inmobiliario que acaban desencadenando gentrificación, es decir, expulsión de vecinos de sus viviendas y del barrio.
El PEC que se remitirá la semanas que viene, tras pasar por la Comisión de Urbanismo, a la Dirección General de Patrimonio y, una vez obtenga el informe favorable, se llevará al pleno para su aprobación inicial.
Tal y como explicó la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, uno de los objetivos que persigue el PEC es garantizar el carácter residencial del barrio. En este sentido, reveló que se han rechazado un total de 25 alegaciones de diferentes fondos de inversión que pedían que se permitiera el uso terciario y hotelero en toda la primera línea de playa que va desde el hotel balneario de Las Arenas hasta la Malvarrosa, es decir, las calles de Eugenia Viñes y José Ballester Gonzalvo: “No queremos que haya un proceso de acoso inmobiliario que acabe expulsando a los residentes que viven actualmente en esta zona, queremos preservar el carácter residencial de la fachada marítima y por eso el único uso autorizado en esa zona será el residencial”, afirmó Gómez.
El Plan limita también la apertura de apartamentos turísticos a un 10% de las viviendas de cada manzana, lo que convierte al Cabanyal en el barrio más restrictivo en este sentido. Gómez explicó que no se han dado permisos en los últimos meses para nuevas viviendas turísticas por lo que en las manzanas en las que se supere este porcentaje no se darán licencias, quedando estos inmuebles en situación irregular si se les da un uso de alquiler vacacional.