Tras ocho años como alcalde de València liderando desde Compromís los gobiernos de coalición con el PSPV y Podemos primero, y con los socialistas este último mandato, Joan Ribó opta a la reelección el 28 de mayo.
El alcalde se muestra orgulloso del descenso del paro en la ciudad en este periodo y, sobro todo, destaca la ausencia de casos de corrupción y de despilfarro, con unas cuentas saneadas después de ocho años de gobierno progresista que permiten afrontar los principales retos, especialmente en materia de vivienda y de adaptación al cambio climático.
Es usted de largo el candidato más veterano. ¿Cree que es algo que le resta o que supone un plus?
No lo sé muy bien, pero yo creo que la veteranía o la experiencia es importante sobre todo cuando estás en un gobierno y trabajas para un gobierno de coalición en el cual las cosas se deben hacer de forma consensuada, después de mucho debate. Creo que la veteranía, para mucha gente, es algo positivo.
¿La ausencia de Mónica Oltra de la primera línea política cree que puede pasar factura?
Mónica Oltra siempre ha sido una persona fundamental en la vida de Compromís y es un elemento que yo siempre he reivindicado y continúo reivindicando. Espero que acabe pronto su calvario a nivel judicial y pueda reintegrarse. Ahora bien, dicho eso, Compromís es una formación con mucho banquillo y seguiremos trabajando, haciendo de esta organización un elemento clave en la transformación de la ciudad.
Nunca ha ocultado su afinidad con Yolanda Díaz y de hecho coincidirá con ella en un acto. ¿Viene a apoyarle a usted o a Unides-Podem?
Yolanda Díaz a lo que viene es a conocer la situación del Puerto de València, porque sabe que es un elemento importante y le vamos a explicar qué es lo que opina Compromís sobre esta cuestión, aunque ya se lo hemos contado pero a pequeños rasgos. Es un elemento importante porque nos diferencia tanto del partido socialista como por supuesto de la derecha y es un elemento clave. Nos parece importante explicarle que hay posibilidades de que el Puerto sea un gran Puerto del Mediterráneo sin generar los problemas que puede causar dicha ampliación.
¿Cómo interpreta las críticas que les vienen lanzando desde Unides-Podem?
Estamos de campaña electoral. Hay que entenderlo en estas coordenadas, en campaña hay que entender que la gente se quiere hacer un hueco, y para eso a veces tiene que criticar o no decir lo mejor de los vecinos. Unides-Podem es una fuerza que por desgracia salió del Ayuntamiento en 2019, que todas las encuestas les dan casi imposible que vuelvan a entrar, y estoy convencido que después de las elecciones tendremos que hablar para alcanzar una suma de fuerzas alternativas al partido socialista.
Ustedes descartaron presentarse en las autonómicas con Unides-Podem. ¿Pero de cara a las generales se integrarán en Sumar?
Nosotros lo vemos imprescindible. Desde luego si le pides la opinión a Joan Ribó, para mí es imprescindible que Compromís entre en esa plataforma. Yo quiero insistir en que nosotros estuvimos trabajando desde Compromís en València en llegar a un acuerdo con Esquerra Unida y por desgracia no cuajó este acuerdo por las condiciones que ponían, que yo entiendo.
¿Cree que es importante que Sumar y Podemos se pongan de acuerdo para ir juntos?
Estoy convencido de que sí, creo que Yolanda Díaz y todo lo que representa puede ser un elemento determinante para el futuro Gobierno del Estado y creo que hay que trabajarlo y aprovecharlo, y sobre todo hay que tener la humildad y la generosidad para llegar a acuerdos.
¿Por qué se considera tan importante si la izquierda puede volver a ganar en València?
A mí me molesta el hecho de que desde Madrid y a nivel global se considere una primera fase de unas elecciones generales. Yo creo que ahora estamos en unas elecciones municipales, hay que hablar de València, es importante València, y efectivamente tenemos que demandar muchas cosas a Madrid: el tema de Cercanías y muchos otros. Pero lo que no es válido es que la gente piense que conquistar este territorio es un elemento indispensable para conquistar las elecciones generales.
¿Se puede decir que València es un bastión de Compromís?
Yo creo que València es un bastión de las fuerzas progresistas. En eso estoy trabajando. Mi objetivo es que Compromís saque los mejores resultados posibles, pero mi primer objetivo es conseguir que haya una mayoría progresista que continúe trabajando por la ciudad. Antepongo la mayoría progresista a mis intereses de partido, creo que es muy importante eso. Lo primero es transformar la ciudad, lo segundo son los intereses de mi partido o de cualquier partido.
¿Completará los próximos cuatro años ya sea como alcalde o en la oposición?
Sí, por supuesto que sí. Yo tuve un problema como sabe todo el mundo, en las navidades de 2021, que me incapacitó mucho, que me obligó a ir en silla de ruedas unos días, después en muletas. Pero ahora me encuentro muy bien y me planteo eso, evidentemente no puedo garantizar que mañana me pille un coche, pero dicho eso por supuesto que sí.
Se presenta a la reelección después de ocho años al frente del Ayuntamiento. ¿De qué está más orgulloso y qué aspectos considera que hay que mejorar?
Estoy orgulloso de muchas cosas. Lo que más contento me pone es haber reducido el paro de esta ciudad a unos niveles del 30% con respecto a 2008. Hemos reducido el paro más que ninguna ciudad en proporción. Y como es un elemento determinante para que las personas se desarrollen me parece fundamental. ¿Qué tenemos que hacer ahora? Pues entramos en la fase del alquiler asequible. Las revistas internacionales dicen que aquí se vive muy bien, pero eso tiene la otra cara de la moneda, que aparecen fenómenos de turistificación, compras de inmuebles de fondos buitre, y todo eso nos encarece el precio del alquiler y eso tenemos que arreglarlo. El modelo es el de Viena, tener una reserva importante de pisos públicos que permiten que el mercado no se dispare como lo está haciendo.
¿Qué cambios destacaría con respecto a la etapa anterior del PP?
La primera de todas es que aquí no hay corrupción. Yo quiero recordar que cuando llegamos, de cuatro presidentes de la Generalitat del PP, tres estaban imputados, los tres presidentes de las diputaciones imputados, todos los concejales del PP estaban imputados también, así como familiares de la señora Barberá. Eso ya no pasa. La segunda gran diferencia es que ya no hay despilfarro. Cuando llegamos había unos niveles de endeudamiento impresionantes que hemos conseguido reducir sin aumentar de forma significativa los impuestos.
¿Ha sido más difícil la convivencia con sus socios socialistas en estos cuatro años que en los anteriores?
Más o menos lo mismo, nuestros socios socialistas son de otro partido y no piensan como nosotros por ejemplo sobre el Puerto, sobre el urbanismo en Benimaclet, pero a partir de ahí nos ponemos a hablar y llegamos a acuerdos y eso es lo significativo. Quiero destacar que este gobierno ha sido el primero en aprobar presupuestos y en el 99% de los casos votamos conjuntamente. Por lo tanto, discrepamos en temas, pero lo importante es que llegamos a posiciones intermedias y eso es importante porque vemos que hay otra forma de ver las cosas y nos controlamos mutuamente.
¿Si se reedita un gobierno local de coalición con otros partidos de izquierdas, habrá cambio de concejalías?
Ahí hay una idea que creo que tiene que quedar clara. Cuando empecemos a hablar del nuevo gobierno, habrá que hablar de los servicios y de quién los va a llevar y yo por supuesto, dentro de Compromís, lo que no quiero hacer es decir: esto es propiedad o patrimonio de alguien, no. Es bueno incluso que se vayan moviendo las posiciones porque genera innovación y sobre todo no genera vicios en su funcionamiento.
Parece existir un consenso en que falta de vivienda pública es uno de los principales problemas en la actualidad. ¿Por qué cuesta tanto generarla desde los ayuntamientos y cómo piensan revertir esta situación?
Precisamente hace poco el Estado aprobó una nueva Ley de Vivienda que era algo que llevaba 40 años sin trabajarse. Creo que estamos en un momento clave en el que nos estamos dando cuenta a todos los niveles de que es necesario trabajar este tema. Estamos pasando de la propiedad al alquiler. Esto tiene otro elemento y hay que decirlo. El PP en la Comunitat Valenciana vendió 20.000 viviendas que han pasado a manos de particulares. Tenemos que generar un parque municipal, también autonómico, y eso tiene muchos caminos. Desde el derecho de tanteo y retracto por el que se da prioridad a la administración a la hora de comprar una vivienda en proceso de desahucio, y que ya ha posibilitado la compra en València de 120 viviendas. También la rehabilitación que vamos a activar con fondos Next Generation en grupos de viviendas degradados de los años 50 y 60, por ejemplo en el barrio de Tendetes o en El Cabanyal. Evidentemente hay que hacer viviendas, pero también buscar mecanismos que nos conduzcan al alquiler asequible, entre otros, ayudas. Cuando llegamos no había nada y el año que viene hay presupuestados tres millones.
Los apartamentos turísticos están ligados a la falta de vivienda y al encarecimiento de los alquileres. ¿Cómo piensan controlarlos?
En ese sentido hemos llegado a un consenso con el partido socialista para hacer un control estricto de los apartamentos turísticos no legales y habrá que crear un cuerpo de policía específico para este tema, igual que está la policía de barrio, por ejemplo. Además hay que modificar la legislación para que no haya más apartamentos turísticos en la ciudad. Turismo sí, pero de hotel, que es el que genera puestos de trabajo. Ni turismo de apartamentos, que no se puede seguir ampliando, ni turismo de cruceros, que hay que limitarlo seriamente.
¿Cree que es posible un consenso con respecto a la ampliación del Puerto de València? ¿En qué punto?
Creo que sí que es posible, pero hay que intentarlo. Lo que no se puede es decir que como ya está hecho el dique, hay que seguir adelante como sea, no. Hay tres elementos clave. El primero es cómo regeneramos las playas del sur del Puerto, es imprescindible porque hemos perdido entre 60 y 80 metros de playa que de seguir así acabaríamos hasta con la Albufera. El segundo tema es que si esa ampliación se hace tendremos 14.000 contenedores que mover al día. ¿Eso se puede hacer de alguna manera? Pues se puede hacer, pero no, por ejemplo, con el acceso norte. Se puede hacer por ferrocarril, efectivamente, pero eso habrá que planificarlo con una declaración de impacto ambiental (DIA). En tercer lugar, las playas del Cabanyal y la Malva-rosa tendrán un impacto visual muy importante. Es verdad que se está avanzando, y yo lo quiero reconocer, en la electrificación del Puerto y la introducción de energías renovables, pero si no se estudia todo de una forma clara para paliar estos problemas seguiré votando que no a la ampliación.
¿Tiene solución la gestión de la Marina de València teniendo en cuenta que el Estado no está dispuesto a ceder el suelo portuario?
Bueno, podemos seguir hablando de eso, ahora estamos en época electoral, pero cuando pase tendremos que hablar con la Generalitat Valenciana. El otro día me reuní con el presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Joan Calabuig, y ya le dije que si el Puerto quiere entrar en la Marina estaremos encantados, que decidan. Si no quieren entrar que nos lo digan también. Y con los terrenos que no tienen uso portuario lo lógico que se hace en Hamburgo, Copenhague y en todas partes es que pasen al municipio. Es una reivindicación que ya hemos hecho y que seguiremos haciendo.
Se ha avanzado mucho en movilidad sostenible. ¿Cuál sería el siguiente reto?
Sobre todo, el transporte metropolitano. El gran problema de esta ciudad en la movilidad es que la gente por la mañana tiene que irse a trabajar fuera de la ciudad mayoritariamente y por la tarde tiene que regresar a casa. ¿Por qué tenemos ese problema? Porque tenemos unas Cercanías que han perdido millones de usuarios y que estaba previsto que hubiera unas inversiones que no han llegado y tenemos un metro y unos autobuses metropolitanos que hay que desarrollar de una forma clara. Se ha avanzado en este tema, pero se han dado los primeros pasos solamente. En la movilidad de la ciudad, en estos momentos, el cuello de botella son las entradas y salidas. La movilidad en la ciudad es mayoritariamente sostenible, es decir, transporte público, peatonal y en bici, patinete e incluso se ha mejorado la de personas dependientes, que cada vez usan más el carril bici.
La oposición siempre les critica que la EMT está en quiebra. ¿Cuál es la situación de la empresa municipal de autobuses?
Es que la oposición parte de la idea de que la EMT tiene que ser una empresa que tenga beneficios y la EMT es una empresa de servicios. En Madrid, por ejemplo, el Ayuntamiento ha incrementado su aportación a la empresa en una cantidad muy importante. En Sevilla igual. La EMT ha comprado 358 autobuses. En el último mandato del PP se compraron solo dos. En estos momentos si coges un bus de la EMT es difícil que cojas un autobús viejo. En 2015 era difícil que cogieras uno nuevo. Pero claro, los autobuses valen dinero y te tienes que endeudar. Pero la EMT en estos momentos ha recuperado los niveles de usuarios que tuvieron su máximo en 2019. Además es el segundo o tercer servicio mejor valorado por los valencianos, según el infobarómetro que hacemos de forma periódica.
¿Qué significa la València de las plazas?
Es un concepto interesante, me parece importante que cada barrio, incluido el centro, tenga una plaza en la que los niños puedan jugar y se pueda socializar. Se trata de hacer barrios de proximidad donde de alguna manera la socialización sea un elemento fundamental. Las primeras plazas en las que solemos pensar son las del centro, pero no, en mi barrio, en Pintor Segrelles, se ha peatonalizado una plaza, en la ermita de Orriols otra, prácticamente en todos los barrios estamos colocando plazas que sean los núcleos de los diferentes barrios.
¿Qué resultado ha dado la semana laboral de cuatro días y por qué se ha hecho aquí el experimento?
Se ha hecho el experimento porque teníamos el mes de abril con tres lunes festivos y hemos hecho el traslado de otro festivo a otro lunes para tener la experiencia de un mes. Yo creo que es importante la experiencia porque reducir la jornada laboral tiene efectos y es bueno que después de 109 años de la huelga de Barcelona de la Canadiense, cuando se redujo la jornada laboral a ocho horas. Recuerdo el ‘Noi del sucre’ como un personaje famoso por conseguir esa negociación. Es bueno que hablemos de esto. En estos momentos hay una serie de elementos tecnológicos preocupantes, desde los de inteligencia artificial, la robotización, cambios en la movilidad, que nos dicen que el trabajo no va a ser algo que vaya a crecer mucho, sino que tiene unas tendencias a reducirse importantes. Pues hay dos soluciones, que el trabajo se acumule en una persona haciendo pluriempleo, o que intentemos repartir el trabajo y reduzcamos un poco la jornada laboral. Hay otro componente, la gente vive muy estresada y tiene dificultadas para cuidar a su familia. Reducir la jornada laboral nos ayuda. Dicho eso, es un asunto de los trabajadores, los sindicatos y el Gobierno. Nosotros con esta experiencia que estamos evaluando lo que queremos es ver cómo se ha comportado la ciudad y qué elementos han sido buenos y cuáles han sido perjudiciales.
¿Qué va a implicar para la ciudad la capitalidad verde europea?
Pues dos cosas. Primero, un reconocimiento de algo que estamos haciendo, que València es una ciudad que ha pasado de ser la capital de la corrupción a ser cada vez más sostenible. Y un compromiso de hacer una ciudad que avanza y que quiere ser un escaparate para todas las ciudades de Europa de que se puede avanzar hacia la descarbonización, hacia una ciudad cada vez más verde. Porque nos guste o no, lo que ha dicho la ONU es serio. Nos vienen años muy duros en cuanto a nivel de temperaturas y la única respuesta que tenemos no es poner una macetita como dice la señora Ayuso en Madrid, consiste en hacer una ciudad más verde.
¿Es la Albufera el contraejemplo del deterioro de otros humedales en España?
Está claro, hasta los flamencos lo dicen. Ese elemento es evidente, a mí me gusta y es un homenaje a toda la gente que defendió la Albufera cuando se empezaba a construir en ese paraje, como se ha hecho en el Mar Menor o como se pretende hacer en Doñana. La Albufera se ha preservado, en este momento está mejorando como no lo había hecho en los últimos 20 ó 30 años y es la joya de la corona de todos los elementos verdes de la ciudad. Es el sitios mejor valorado por los valencianos y valencianas.
En cuanto a urbanismo, siguen empantanados los planes del Grau y de Benimaclet. ¿Se resolverá en el próximo mandato?
Sí, lo primero que tengo que decir es que la resolución judicial de Benimaclet no es definitiva y la vamos a recurrir. Nosotros pensamos que los intereses de Metrovacesa no son los de la ciudad ni los del barrio y nosotros defendemos los intereses del barrio y de la transición entre la ciudad y la huerta. Eso los planteamientos de Metrovacesa no lo entienden, entiendo que ellos van al negocio, pero eso a nosotros no nos corresponde. Había un acuerdo cercano que ahora los tribunales han hecho saltar por los aires, pero vamos a recurrir y tenemos mecanismos para seguir trabajando en esa dirección. En el caso del Grau, estamos avanzando y también hemos llegado a acuerdos, sobre todo en cuanto a la solución que se le da al río, que me deja muy satisfecho. Queda por ver el pufo ese de aquel presidente de la Generalitat que decía que la Fórmula 1 no iba a costar un euro. Y aún hay muchos millones que pagar. Todo eso tenemos que verlo, pero se está avanzando.
¿Dan por imposible que el Valencia CF acepte el convenio que propusieron y, si es así, qué solución le darán al nuevo estadio?
No, no lo doy por imposible. Quiero que se acabe el campo, lo tengo claro, pero quiero que se acabe en condiciones y esas condiciones el alcalde no va a rebajarlas, quiero que llegue claro ese mensaje al señor Peter Lim y a todo el mundo. Hay unas condiciones que cumplir y se van a seguir exigiendo. Yo entiendo que el señor Lim está soñando con que haya un cambio de Gobierno, pero lo siento porque no va a haber cambio y tendrán que acabar el estadio en las condiciones marcadas.
¿Cree que el club ha llegado a algún tipo de acuerdo con la candidata del PP?
Yo eso no lo sé, lo que sí que tengo claro es que estamos ante un impasse, esperando el resultado electoral. Estoy seguro de que a partir del día 28 ellos tendrán que decidir si quieren avanzar en esta dirección o qué piensan hacer, pero yo tengo que decirle al señor Lim que tiene que darle a la afición del Valencia CF el trato que se merece, y se merece mucho mejor trato.
¿Cómo valora que no haya venido a València nunca a reunirse con usted y con el presidente del Gobierno valenciano Ximo Puig para transmitirle sus intenciones con el club?
Sus intenciones con el club por desgracia están bastante claras y precisamente ha habido algún movimiento judicial en este sentido. Tengo la sospecha de que para el señor Lim el Valencia CF es una empresa más y quiero recordarle a él y a todos los que votaron en contra de que los aficionados pudieran estar en los consejos de estas empresas que eso no puede ser, que un club de fútbol es algo más que una sociedad anónima, es también el sentimiento de miles de personas, de sus aficiones, y eso debe estar reflejado en las tomas de decisiones del Valencia CF y de cualquier otro club.