Las fuerzas de seguridad se han empleado con especial celo en las manifestaciones que ha realizado la afición del Valencia CF para protestar contra el máximo accionista del club, el magnate de Singapur Peter Lim, cuya gestión ha llevado a la centenaria institución a una delicada situación económica y a pelear por evitar el descenso a segunda división.
Así se desprende de los datos facilitados a elDiario.es por la asociación Libertad VCF, erigida como una de las principales plataformas de oposición a Lim y que presta asesoramiento jurídico a los denunciados a la hora recurrir a través de la cuenta de Twitter 'Info legal VCF lliure' (@VCFLegal). Según la entidad, ya han empezado a llegar sanciones a los aficionados que han participado en las diferentes protestas convocadas contra el máximo accionista, cuyas cuantías oscilan entre los 600 y los 3.000 euros, tal y como figura en la propia web del Consejo Superior de Deportes.
La mayoría de ellas vienen del partido entre el Valencia CF y el Athletic Club de Bilbao, en el que se produjo una multitudinaria protesta contra el máximo accionista de la entidad de Mestalla en las inmediaciones del estadio, antes de iniciarse el partido y hasta el minuto 19 de la primera parte. Solo de aquella jornada del pasado 11 de febrero constan al menos sanciones a 19 personas en virtud de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, conocida como 'ley mordaza', pero sobre todo de la Ley 19/2007 contra la Violencia en el Deporte.
Todas las multas están relacionadas con insultos y desobediencia a los agentes de policía y con el encendido de bengalas y botes de humo, un aspecto que no está específicamente penalizado en ambas normativas, según las mismas fuentes. Solo se prohíbe expresamente en el interior de recintos deportivos. En este punto, ponen como ejemplo el recibimiento que brindaron al autobús de su equipo los aficionados del Cádiz en el partido contra el Girona en la misma jornada (ver vídeo) sin que consten sanciones.
Las denuncias se encuadran así en su mayor parte en el artículo 2 de la Ley contra la Violencia en el Deporte, cuyo apartado 1 establece que constituyen delitos o faltas “los actos o conductas violentas o que incitan a la violencia en el deporte”, como por ejemplo, “la participación activa en altercados, riñas, peleas o desórdenes públicos en los recintos deportivos, en sus aledaños, o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos, cuando tales conductas estén relacionados con un acontecimiento deportivo que vaya a celebrarse, se esté celebrando o se haya celebrado”.
Parte de estas denuncias, especialmente las relacionadas con insultos a la autoridad o desobediencia, tienen que ver con los problemas que hubo entre los aficionados y la seguridad privada contratada por el club, que trató de impedir el acceso al estadio con banderas y pancartas con el lema 'Lim go home' (Lim, vete a casa). Incluso se la arrebataron a aficionados del Athletic Club que se solidarizaron con los del Valencia CF, tratando de mostrarlas desde la fachada de la tribuna, hasta que fueron interceptados por miembros de seguridad del club (ver vídeo).
Alberto, socio y accionista de 32 años, fue uno de los afectados. Según cuenta a elDiario.es, trató de acceder al estadio con dos cartulinas rotuladas. En uno podía leerse “free VCF” y en el otro “mr Lim, game over”. Los miembros de seguridad del club no tardaron en interceptarlo y partir de ahí empezó una situación surrealista: “Vino el jefe de seguridad de mi sector (S6) y me dijo que no podía entrar con la segunda pancarta porque era ofensiva. Me pidieron el carné de socio y como no estaba de acuerdo con lo que estaba pasando solicité que viniera la Policía Nacional. Se presentaron tres o cuatro agentes y el de mayor rango se fue a hablar con el jefe de los vigilantes de seguridad. Al rato volvieron y el policía me dijo que ya me habían dicho que no podía pasar con las pancartas porque podían ser objetos arrojadizas, cosa que era mentira porque nunca me habían dicho eso.”
Alberto reconoce que, presa de los nervios y ante la indignación que le causó que no le dejaran entrar con las pancartas, llegó a decirle al jefe de seguridad que era “un vendido” y que estaba “untado por Lim”. Para su sorpresa, los agentes le dieron un acta de denuncia a la que ha tenido acceso elDiario.es, que dice: “Tras una discusión con el vigilante de seguridad debido a las entradas de unas pancartas rígidas las cuales se le ha manifestado que no pueden acceder, el reseñado de viva voz y bajo los efectos del alcohol manifiesta: sois los perros de lim, escoria, vendidos, untados por el club”.
El aficionado, aunque reconoce que se tomó alguna cerveza antes del partido, niega que estuviera en mal estado como consecuencia del alcohol, que las pancartas fueran rígidas y que insultara a los vigilantes o a los miembros de seguridad. Es más, asegura que en un momento dado ante la injusta situación trató de grabar la escena con el móvil y que los vigilantes de muy malas formas trataron de quitárselo.
Por todo ello, ha recibido una sanción de 600 euros y la prohibición de entrar a un recinto deportivo durante cuatro meses: “Además el club me ha dado de baja como socio durante un año. Mi padre es socio desde el 86, el año del descenso a segunda, y me sacó el pase nada más nacer en el 90, soy el socio 5.000. Vengo a Mestalla con mis padres desde que nací y ahora por unas pancartas que no hacían daño nadie, que entran dentro de mi derecho a la libertad de expresión, pierdo mi antigüedad, es una injusticia, estoy muy afectado. Me hubiera sacado el pase aún bajando a segunda”, asegura.
Unas jornadas después del partido contra el Athletic, en el desplazamiento del Valencia CF a Almería, también hubo enfrentamiento entre los miembros de seguridad del club andaluz y los aficionados valencianistas, a muchos de los cuales se les requisaron las mismas banderas y pancartas con el lema 'Lim go home' (ver vídeo). Pese a que los aficionados aseguran que el personal del Almería les decía que la orden venía del Valencia CF, fuentes del club de Mestalla han negado siempre cualquier instrucción en esta línea.
Ante estos hechos, con motivo del siguiente desplazamiento para jugar contra el Elche en el estadio Martínez Valero, partido al que acudieron miles de seguidores del Valencia CF, Libertad VLF remitió un burofax al club alicantino por medio del que, en base a la legislación vigente, solicitaron que “se abstenga de realizar acciones contrarias a un derecho fundamental susceptible de amparo constitucional, como es el de retirada de los citados carteles y banderas o prohibir el acceso con los mismos a los valencianistas que se desplacen a su estadio, pues la misma puede constituir un delito por parte de los empleados que realicen la acción y por quien dé la orden”. En este partido no se produjo ningún incidente y los aficionados pudieron entrar con sus pancartas de 'Lim go home'.
El presidente de Libertad VCF, José Pérez, se ha mostrado sorprendido ante “las actitudes desproporcionadas de la Policía Nacional en las manifestaciones”, teniendo en cuenta que desde 2021 llevan realizadas cinco protestas multitudinarias, de entre 8.000 y 20.000 personas, “sin absolutamente ningún incidente y aún así las propuestas de sanción que se hacen públicas sorprenden muchísimo, son desproporcionadas con la realidad de lo que pasa en la calle”.
Pérez ha añadido que tienen “una cierta de sospecha de que se están intentando acallar las protestas en la calle y poner trabas a que la gente se manifieste en la calle con la represión policial en forma de sanciones económicas”.
Aún es mucho más sorprendente, según ha explicado, “si lo comparas con la falta de celo que están teniendo los agentes ante la represión que están sufriendo los aficionados dentro del estadio, como se ha visto en imágenes cuando a los aficionados se les ha retirado pancartas totalmente legales, que no dicen nada que prohíba la legislación española, ni la ley del deporte, ni la normativa de La Liga”, y añade: “En Almería no solo se retiraron sino que por decirlo de una forma suave se extraviaron. Los miembros de seguridad del Almería dijeron que se las había llevado el propio club y nunca las devolvieron. Pero es que también hemos visto imágenes de interceder y borrar vídeos en teléfonos móviles personales de los aficionados, y todo eso no se está persiguiendo ni investigando, por lo que vemos una descompensación muy clara en la actuación policial entre lo que sucede en la calle entre los aficionados y lo que sucede dentro del estadio con la seguridad privada de los clubs, lo que nos hace sospechar de una connivencia entre Meriton y la Policía o la Delegación del Gobierno”.