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REPORTAJE

“Decides tocar en la calle para intentar salir adelante y al final se convierte en un trabajo”

Los miembros del colectivo Musicarte Urbano en la plaza del Ayuntamiento de Valencia

Miguel Giménez

Valencia —

Kiron es músico. Lleva unos seis años tocando en la calle: “A mí me llevó a esta situación una necesidad económica a raíz de la crisis. Yo era electricista y la música -que estudié de niño- era una opción, dedicarme a lo que me gustaba realmente, así que decidí probar y darle un vuelco a mi vida”. No obstante, Kiron, nacido en Buenos Aires pero afincado en Valencia desde 2002, lamenta que no haya oferta de salas donde tocar en la ciudad: “Era más fácil eso que buscar un lugar, ya que en Valencia sólo hay tres salas en las que actuar de forma legal. No hay facilidades y faltan oportunidades”.

“Decides tocar en la calle para intentar salir adelante y al final se convierte en un trabajo o, como es mi caso, una parte más de mi trabajo, un complemento a otras actividades”, explica Kiron, quien no obstante, puntualiza: “Aunque se puede vivir de tocar en la calle, no estamos hablando de un trabajo seguro, ya que lo que ganas es en negro”. 

En cuanto a otras dificultades de actuar en la calle, el artista argentino reconoce que en ocasiones “es complicado”, aunque las cosas han cambiado: “Cuando empecé la policía estaba más encima de nosotros, se incautaba de los instrumentos y nos multaba, e incluso había algunas organizaciones pseudomafiosas que tenían copados determinados espacios y no te dejaban tocar en algunos lugares y a según qué horas”. “Si bien es cierto que no llegaban a utilizar la violencia, sí que te intimidaban. Ésa es otra de las razones que nos hizo unirnos”, matiza Kiron.

Unidos para defender sus derechos

Así, unos 25 artistas callejeros de Valencia -la mayoría de ellos músicos- se unieron hace apenas cuatro años en la asociación 'Musicarte Urbano', un colectivo que pretende defender los intereses de estos intérpretes. Desde entonces, han participado en diversos eventos, algunos de ellos organizados por el propio ayuntamiento, como es el caso del festival 'Intramurs', cuya primera edición, a finales de 2013, toman como referencia.

Precisamente, a raíz del cambio de gobierno -en junio de 2015- se produce una aproximación al ayuntamiento y comienza una colaboración que se ha mantenido en el tiempo: “Anteriormente, con Rita Barberá en la alcaldía, no lográbamos pasár el filtro de los funcionarios. Sin embargo, con la llegada del nuevo equipo de gobierno sí que hemos podido entrevistarnos con Carlos Galiana [concejal de Espacio Público y Mercados], quien nos ha propuesto diversas colaboraciones y a quien le hemos presentado unas propuestas encaminadas a mejorar la ordenanza municipal en la que se está trabajando porque ha quedado obsoleta”.

Entre los actos organizados en colaboración con el consistorio se encuentran actuaciones en la plaza del Ayuntamiento, en el parque de Cabecera o en el mercado de Mossen Sorell, a las que se suman otras colaboraciones con ONG o asociaciones de vecinos.

“Apostamos por facilitarles las cosas ya que tocar en la calle es muy precario”, explica Carlos Galiana, quien añade: “Se les dan oportunidades y creamos sinergias”. Así, además de contratarles para determinadas iniciativas y actuaciones, como sucede en el mercado de Mossen Sorell, donde se han programado actuaciones los sábados por la mañana para atraer a nuevos públicos y dinamizar este espacio, se van a ampliar los permisos hasta 50 -actualmente se conceden 40-, dejando reservada una parte para permisos rotatorios, destinados a músicos que estén de paso por Valencia. 

La ordenanza municipal, un proceso lento

En cuanto a la nueva ordenanza, el edil de Espacio Urbano explica que se incluirán muchas de las sugerencias realizadas por Musicarte Urbano: “Lo que queremos es dar facilidades, pasando de tres meses a un año la vigencia de los permisos, eliminando trámites burocráticos o con modificaciones como la de permitir el uso de amplificadores”. “Confío en que el nuevo texto, que está en manos de la asesoría jurídica municipal, esté en breve, pero hay que tener en cuenta que es un proceso lento con una tramitación burocrática densa en el que hay muchos actores implicados, desde hosteleros o comerciantes hasta fiestas y las fallas”.

Desde Musicarte Urbano consideran “urgente” la aprobación de la normativa para normalizar la actual situación y acabar con la situación de discriminación que “propicia” la actual norma que, en su opinión, “atenta” contra sus derechos. “Es lo que más nos preocupa actualmente”, insisten.

Los orígenes

Cómo aparece 'Musicarte Urbano'. Pues todo surge gracias a la iniciativa de una productora que pretendía elaborar un documental y grabar un disco con los músicos de la calle como protagonistas. Esto coincide además con la detención de dos músicos, a quienes se les incautan los instrumentos y pasan unas horas en el calabozo: “A raíz de la indefensión que sentimos, nos reunimos unos cuantos y decidimos unirnos”, explica Kiron desde el colectivo de artistas callejeros, quien apunta que antes existía un vacío legal que se cubrió con una ordenanza -elaborada por el gobierno del PP- que es insuficiente y que básicamente. “Lo único que recogía eran prohibiciones”, concluye.

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