Una de las críticas más habituales del PP y de su líder María José Catalá en el pasado mandato cuando estaba en la oposición del Ayuntamiento de València, era el excesivo número de contratos menores que adjudicaban Compromís y el PSPV, entonces en el Gobierno municipal. Sin ir más lejos, en marzo del pasado año Catalá denunció que en tres meses se habían adjudicado 397 contratos menores, es decir a dedo, sin concurso ni licitación por importe de 2,4 millones de euros: “Es reprobable e inapropiado para garantizar la igualdad y pública concurrencia de las empresas”, decía entonces.
Ahora que es alcaldesa, sin embargo, parece que ya no es tan “reprobable e inapropiado”. La concejala de Compromís per València Luisa Notario asegura que el gobierno del PP y Vox ha adjudicado 1.784 contratos sin concurrencia pública en un año por valor de casi 10 millones de euros.
Notario recuerda que la ley establece un importe máximo para los contratos menores con un límite de 15.000 euros (sin IVA) en los contratos de suministros o servicios y de 40.000 cuando son de obras. “Llama la atención, según la información del propio Ayuntamiento, que muchos de ellos apuran el límite legal, como fue el caso de los contratos de los hinchables manchegos de la cabalgata de Reyes, el contrato de hospedaje de alcaldía para los invitados de Fallas por importe de 14.918,18 euros más IVA o algunas obras que apuran por debajo de los 40.000 euros, como el caso de una intervención de alumbrado por 39.990,28 euros más IVA, la pavimentación del deportivo de Nazaret por 39.600 euros más IVA o una infraestructura de riego por 39.599,98 euros más IVA, en todos los casos se podían haber realizado por un procedimiento abierto”.
Desde 2019 se impuso el requerimiento al menos de tres presupuestos en encargos de más de 3.000 euros, por eso, como señala la concejala de Compromís, es sospechosa la cantidad de contratos que se realizan por debajo de ese importe para adjudicar directamente a un proveedor y sortear el requisito legal de las tres ofertas. En concreto, 1.095 contratos por valor de 1,4 mllones son inferiores a 3.000 euros.
Señala Notario: “Es muy llamativo que la señora Catalá, que de forma insistente y casi obsesiva denunció a Joan Ribó por la utilización de este tipo de contrato, en su primer año de gobierno haya adjudicado 1.784 contratos por un valor de 9,9 millones de euros. Este hecho demuestra lo que desde hace tiempo denunciamos desde Compromís, y es que el PP València y sus socios ultras de Vox están más centrados en sus peleas internas que en la gestión. Funcionan a golpe de improvisación, sin proyecto de futuro, sin ninguna organización y coordinación entre ellos y una desidia que perjudica gravemente a todo el vecindario de Valencia”.
La casuística es muy diversa, como señala la concejala de Compromís, e incluye contratos de catering, como el que se ofreció en la jornada en contra del aborto en la que participó el diputado de Vox Carlos Flores Juberías y que costó 1.468 euros; o el del simposio de alumbrado celebrado en València hace unos días que costó 7.920 euros, o los 4.267 euros del catering ofrecido esta semana durante los premios de una junta de distrito, dos contratos menores de 3.617,90 y 14.218,71 por la fiesta de la Concejalía de Igualdad en Russafa el día 20, conciertos de música, meriendas en diferentes pedanías, fuegos artificiales e incluso diferentes patrocinios y campañas publicitarias que han sorteado la concurrencia pública.
Respecto a los servicios que más contratos menores tramitan se encuentra Pedanías con 201, Patrimonio Histórico con 162 o Descentralización (Juntas de Distrito) que ha realizado 161. En los primeros puestos también se encuentra Alcaldía y Protocolo que han realizado 74 contratos menores durante este año.
Fuentes del Grupo Popular han asegurado que los gobiernos de Compromís y PSPV, es decir, en los últimos ocho años, gastaron 110 millones de euros en 18.000 contratos menores, por lo que “no están en disposición de dar lecciones de gestión a nadie”.
Asimismo, han señalado que la contratación del Ayuntamiento se realiza con criterios “estrictamente técnicos” y buscando en cada momento dar respuesta a las necesidades de la ciudad.